Capitulo 8

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Alex no sabía como había terminado en esa situación, no recordaba en qué momento había llegado ahí, no podía controlar sus movimientos, solo podía mirar como su cuerpo se movía por voluntad propia, todo lo veía como si estuviera detrás de un velo rojo, sentía dolor como si lo hubieran apuñalado miles de veces, pero al parecer no importaba, estaba en una pelea, lo sabía, podía sentirlo, como su corazón se aceleraba, el dolor de sus extremidades, la sangre que lo cubría, todo era tan real, miro las que parecían ser sus manos donde sostenía algo, una espada larga y robusta, parecía ser incluso más alta que él, cubierta de sangre, la apretaba con tanta fuerza que parecía que iba a romper la empuñadura.

Algo no estaba bien, ese no era su cuerpo, o al menos él quería creerlo, más bien parecía una versión monstruosa de él, de pronto unas cadenas aparecieron alrededor de sus muñecas y lo hicieron caer hasta ponerse de rodillas, unas figuras se acercaron a él con cautela, parecían ser humanos, no pudo reconocer sus rostros, quería pedir ayuda, pero el ser al que pertenecían los ojos a través de los que veía, no parecía tener intenciones de rendirse, tan pronto como las cadenas aparecieron, se liberó de ellas, quienes estaban frente a él sacaron sus armas dispuestos a pelear, quería decirles que huyeran, que no era seguro estar ahí, en cambio, solo escucho un rugido, un rugido que provino de su interior. Cerro los ojos para evitar ver lo que sucedería a continuación, pero en cuanto los abrió estaba de nuevo en la cabina de su unidad.

Estaba bañado en sudor, su respiración era agitada, su nariz estaba sangrando, ¿acaso le dio un derrame?, estaba tan desconcertado, lo mismo había pasado esa mañana, un sueño tan vivido que era aterrador, lo peor es que no parecían sueños, sino recuerdos, recuerdo que ni siquiera tenían sentido, primero el caballero, ahora esto, tal vez todos los problemas que tenía finalmente lo habían vuelto loco, esa podría ser la única explicación lógica.

Seguía absorto en sus pensamientos cuando un sacudón de su unidad lo devolvió a la realidad, la alerta de su comunicador brillaba intensamente, oprimió el botón del canal cerrado y espero a que alguien hablara.

- ¡Alex, despierta! – grito Sarah molesta.

- Ya estoy despierto – contesto el – por favor no grites, estoy aturdido, me dio una hemorragia, probablemente por un derrame, ¿Qué sucede?

- Estuvimos llamándote por media hora, por más que lo intentábamos no despertabas, tuve que sacudir tu unidad para vida de que reaccionaras ¿te encuentras bien?

- Como ya dije solo estoy un poco aturdido, puede que la presión finalmente me esté pasando factura, solo concentrémonos, estamos cerca.

Sarah se quedó en silencio, pero Alex no le dio mucha importancia, algo le decía que debía mantener esos sueños en secreto, por el bien de sus amigos o tal vez solo el suyo, pensó en decírselo al menos a Sarah, pero otra alerta del comunicador llego, así que debería esperar, esta vez, por el canal abierto, Trevor hablo primero.

- Estamos llegando, creo que seria prudente activar el modo SEAL, así evitaremos un combate directo en caso de que lo haya.

- Estoy de acuerdo, la señal de Elizabeth indica que se encuentran al noroeste, a las afueras de la ciudad, eso puede significar que están bien – respondió Alex con confianza, creía que todas las chicas del escuadrón estarían juntas.

- ¿Y qué hay de Edward? – pregunto Sarah.

- Hasta ahora, su señal no se ha movido en al menos una hora – dijo Trevor - está más hacia el este de donde esta la señal de auxilio de Elizabet, así que no deberemos preocuparnos por el momento.

- Pero no hay que confiarnos – intervino Alex – ya nos ha engañado varias veces debemos estar atentos a todo.

- En ese caso – siguió Sarah – yo creo que me quedare en una zona alta cuando aterricemos, actuare como vigía.

MythiriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora