Chanyeol apenas alcanzó a bajarse de la carreta cuando su madre llegó corriendo y se abrazó a su torso como si su vida dependiera de ello; una sensación extraña lo recorrió, tal vez él debería estar feliz, tal vez debería emocionarse, pero en realidad todo aquello parecía tan ajeno, como si no conociera a esas personas... Él simplemente no sentía nada más que incomodidad.
Miró a su padre acercarse y su cuerpo entero se tensó, si estuviera en su forma animal, se habría crispado y gruñido. Desconfianza, ese era el sentimiento que le producía ese alfa que se acercaba a él. Todo el amor y admiración que alguna vez sintió por ese hombre se habían esfumado, Chanyeol sabía que debía respetarlo y lo haría, pero eso era todo, no había nada más dentro de él que la obligación impuesta por la posición de Junmyeon.
Yixing percibió su molestia, todos al parecer, a diferencia de él que no podía ni olerse a sí mismo, los demás lobos presentes captaron claramente sus feromonas defensivas nada disimuladas, él estaba en alerta como si percibiera una amenaza. Tao y Kris compartieron una mirada significativa y preocupada, ellos sabían que no sería fácil y que aquello que todos los demás esperaban no iba a suceder, Chanyeol no los abrazaría a todos sonriendo y celebrando su regreso diciendo cuánto los había extrañado y lo feliz que estaba de volver a casa, claro que no.
Yixing se alejó del abrazo unilateral y lo observó detenidamente, su pequeñito ya no estaba, Chanyeol era un hombre alto, guapo y fornido, pero la mayor diferencia estaba en sus ojos que lo vieron con completa indiferencia, no había calidez ni amor, nada, lo veía de la misma manera que vería a cualquier extraño al que acababa de conocer y eso destrozó su corazón de omega, él era su hijo, su primogénito y no lo quería ni un poco. El peso de esos diez años lo atacó, los remordimientos y la culpa eran sofocantes.
Junmyeon sintió el dolor de su pareja mediante el lazo, la tristeza y desilusión eran abrumadoras y se enojó naturalmente, no le gustaba que su esposo sufriera y que la causa fuera su hijo le generaba más incomodidad, se suponía que la presencia de Chanyeol lo alegraría, que calmaría su pesar y por fin lo vería alegre de nuevo, pero sucedió lo opuesto y su omega estaba incluso más triste que antes.
─Hijo, estás tan guapo y grande. ─habló finalmente el omega con lágrimas en su rostro, pero Chanyeol continuaba con su expresión impasible.
─Gracias. ─la voz del alfa salió grave y ronca, exudaba autoridad pero provocó un escalofrío en todos los omegas por la frialdad que llevaba.
─Chanyeol, bienvenido. ─Junmyeon se acercó y posó su mano sobre el hombro de su hijo que ahora era más alto que él.
─Alfa. ─respondió Chanyeol con una venia pronunciada, era la manera correcta de mostrar respeto por un Alfa Jefe, así era como cualquier invitado debería saludar a Junmyeon, pero no era la manera de saludar a un padre y un jadeo generalizado se escuchó.
Junmyeon apretó los puños, regañarlo no era la mejor forma de empezar con la visita, tenía que contenerse porque, de todas maneras, Chanyeol le había mostrado respeto y él no era idiota, sabía que no sería fácil que después de diez años sin ningún contacto, su hijo fuera cariñoso con ellos. Cuando el alto estuvo erguido de nuevo lo vio a los ojos con tanta rabia que el alfa se sorprendió, Chanyeol estaba emanando feromonas de agresividad sin darse cuenta y eso solo confirmó lo que temía, su hijo lo odiaba.
Kris se alteró al percibir la reacción de Chanyeol y se acercó rápidamente a saludar a su hermano Yixing para aminorar la incomodidad en que se habían sumergido y, obviamente, presentar sus respetos al Jefe de la manada ya que él no pertenecía a esta. Durante su visita él y Tao serían invitados y debían cumplir con los protocolos tradicionales de ese tipo de manadas.
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🔥Un Alfa Inútil🔥 [Trilogía Alfa - Libro 1]
RomanceChanyeol nació con un futuro prometedor al ser el primogénito del Alfa Jefe de la manada, pero su vida cambió radicalmente cuando una tragedia se llevó aquello más preciado para un lobo: su olfato. Desde entonces, él dejó de ser ese niño alegre y ju...