"shhh", susurra contra tu oído, su aliento envía escalofríos por tu columna. giras la cabeza para mirarlo, pero él chasquea la lengua y obliga tu cabeza a su posición anterior y te ves obligado a ver las diversas arañas pasar por el armario de almacenamiento vacío que ambos ocupaban actualmente.
“¡Alguien nos va a escuchar...!” susurraste apresuradamente, el calor subiendo a tu cuello y hasta tu cara. “No si mantienes la boca cerrada, ¿sí? Eres una buena chica, cariño. Sé que puedes quedarte callado por mí, ¿mm? Hobie te habla dulcemente mientras presiona su punta gorda contra tu coño babeante y lo desliza bruscamente hacia arriba y hacia abajo.
"Hobie, no puedo... eres demasiado grande, yo... no puedo soportarlo", luchaste, sintiendo su cabeza atrapar tu pequeño y lindo clítoris. “No amor, estás lista para ello. Sé que eres." te besa la mejilla y se ríe. Cuando estás a punto de pedirle que te folle lentamente, él empuja su gorda polla completamente dentro de ti y mete dos de sus dedos enguantados dentro de tu boca, presionando tu lengua.
“Joder, qué buena cosita, ¿no? "Siempre toma mi polla tan bien, sí", murmura apasionadamente contra tu hombro, follándote lentamente hasta su sumisión como siempre lo hace. "Te voy a follar tan lleno de mi semen, nenas, llena este coño tan lleno que me sentirás durante días".
tus ojos casi se ponen en blanco. Te encantan los creampies, especialmente los de Hobie. Siempre eran tan gruesos y tan calientes que parecía como si te estuviera dejando una marca. "Joder, por favor, hobes, necesito que me folles por completo" tu cabeza cae hacia un lado, descansando contra su hombro pero él lo toma como una pista para follarte aún más fuerte, el agarre que tenías en sus brazos no era nada comparado con tu agarre anoche.
"¿sí? ¿Quieres que te dé un bebé? Él sonríe, sabiendo que has estado deseando tener un bebé desde que te topaste con Mayday. "Mierda. dios. por favor." gimes contra su hombro. "¡Me voy a correr hobes...!" El calor en tu vientre se rompe y chorreas por todo Hobie, manchando tu ropa y dejando tus jugos en tus muslos.
"buena niña." Él gruñe, sintiendo tu coño apretarlo. “¿Quieres mi semen? ¿Quieres que le ponga crema en este coño y te convierta en mi mamá bebé? Él continúa murmurando en tu hombro, absolutamente borracho.
"Quiero convertirte en papá", te quejas, apretando tus paredes con más fuerza. De repente, un gemido escapa de sus labios y su cuerpo se pone rígido. Sientes su polla temblar con cada chorro de semen que salpica tus paredes.
"Qué cosquilleo tan dulce para mí", besa tu mejilla. "Voy a ser un gran padre también".
