Enshire - Larry Stylinson (Traducción)

XXVIII

"Y en algún lugar de ese corazón tan helado

Se eleva la llama de la venganza y el dolor

Y todo lo que deja son las cenizas

De los huesos que una vez sostuvieron las riendas

A un mundo que no era un río de corrupción"

"Jaime". Louis susurra, los ojos fijos en la tierra debajo de él, arena brillando un millón de lunas en sus granos.

Louis siempre ha leído sobre la traición, los innumerables libros; evidencia, incluso escuchó a Harry leer un montón en la vida que compartieron, hablando de lo mucho que se sintió como una puñalada en la espalda, pero ahora, mientras se sienta rígido con el viento bailando, sus propias palabras resonando en la noche sin palabras, Seilri sin vida. mirándolo, Louis concluye que la traición es, de hecho, como una puñalada en la espalda, pero también es como veneno, el dolor que florece dentro de él en segundos apresurados.

"P-pero Jaime no lo haría. ¡No caeré en tus engaños! No eres más que una mentirosa".

"El momento de su silencio me habló, su majestad", exhala Seilri, en voz baja. "Me habló de esa gota de duda que ha caído en tu río sagrado de confianza. No luches contra la verdad. Tú lo pediste, apenas estoy haciendo mi parte, ya no tengo nada que ganar difundiendo mentiras".

Louis traga con ojos parpadeantes, su corazón duele. Mira a la luna, la diosa que lucha contra la oscuridad, y no desea nada más que Harry, que de alguna manera, por cualquier milagro que su divinidad pueda otorgarle, recupere a su Harry. Pero por supuesto, es el silencio lo que se queda con él, y a su lado, la presencia azul de Seilri.

"¿Por qué lo hiciste entonces? ¿Por qué... lastimaste a Harry?"

Louis teme la respuesta tanto como la anhela.

"Mi culpable era tu padre, no tu omega... o tu hijo por nacer. Veraka y yo, teníamos nuestros ojos puestos en tu padre, y estábamos seguros de todo lo que deparaba el futuro, lo que deparaba su trágica fe", cuando ella hace una pausa, Louis sabe que le corresponde a él permitir que las palabras se filtren en él, porque sabe que respirar es lo último que necesita tomar. "Hasta que intervino su asesor de confianza, entonces ayudante, Jaime".

"Él era el único que estaba al tanto..." La voz de Louis se recuerda a sí mismo en un susurro entrecortado, su mente como si estuviera congelada, el corazón llorando por la traición.

"Vino con una propuesta. Aunque, era cualquier cosa menos una. Trajo una orden absoluta, una amenaza subyacente escondida detrás de sus palabras precisas. Tenía conocimiento de todo lo que había sucedido entre tu especie y la mía. Estábamos asombrados, casi sospechando si había llegado bajo tus órdenes, pero cuando propuso su sugerencia, tanto Veraka como yo sabíamos que no estabas al tanto del pacto.

Su corazón late con fuerza, sin saber si desea saber la verdad. Y en algún lugar dentro de él, en un rincón lejano, Louis teme lo que su mente se niega a reconocer.

"'Ve tras la duquesa en su lugar', me había dicho. Lo recuerdo bien, el absoluto disgusto en su lengua, el resentimiento en sus ojos. Pero nunca dejó escapar una palabra sobre por qué me estaba obligando a hacer eso, especialmente porque el omega estaba cargando un cachorro. Me dijo que enfurecerte inevitablemente te llevará a la destrucción del rey, que si yo era sabio con mis palabras, me vengaría. Y si no lo hacía, él nos desvelaría a la gente, nunca me permitirán vengar a mi compañero".

"¿Así que elegiste vengarlo sacrificando a mi compañero y mi cachorro?" Su canto lleva la amargura del dolor interminable que ha soportado durante años, obligándose a permanecer bajo el control de su mente, no abalanzarse sobre los muertos vivientes.