Enshire - Larry Stylinson (Traducción)

XI

Los vientos atronadores aúllan junto a Louis mientras cabalga sobre Detyre con todo lo que él y la bestia tienen. Está a solo una milla de distancia de Harry: lo siente en su rincón más profundo a medida que la angustia agonizante de su omega se arrastra hacia él.

No dedicó un pensamiento mientras montaba a Detyre y aceleró en el momento en que esas horribles palabras salieron de la lengua de Jaime, sin preocuparse por nadie que lo siguiera o por su propia seguridad en las profundidades del bosque sobrenatural. No descansó desde entonces, disculpas tácitas a su amado semental mientras lo montaba hacia su casa.

Y mientras se acercaba, la inquietud de Harry también comenzó a recorrerlo; casi un escalofrío cruel. Lo sentía en su piel y en sus entrañas, el dolor y la angustia, pero sobre todo, sentía la falta de presencia de ánimo de Harry. No sintió al omega en absoluto, solo sufrió por lo que el omega estaba sintiendo físicamente; ni una sola vez obtuvo una reacción del propio omega.

Y ahora, mientras las altas torres de vigilancia de Yenshai Manor se asoman a través de las espesas nubes de invierno, la nieve blanda cae cada vez más, el corazón de Louis late con aprensión. El miedo se arrastra como un demonio, escenarios terribles en su cabeza. Salta de Detyre mientras la bestia permanece tranquila, casi como si entendiera la agonía de su amo. Las piernas de Louis marchan hacia adelante, a grandes zancadas con los tacones de sus botas resonando contra la madera del piso, el leve olor de Harry lo alcanza.

Hay una multitud afuera de la habitación de él y Harry, sirvientes y guardias esperando afuera con murmullos bajos, preocupación en sus ojos. El silencio se apoderó de ellos cuando se dieron cuenta de la presencia de Louis, inclinando la cabeza con respeto y saliendo cuando Louis le entrega su espada a uno de los guardias de la recamara y entra en su recamara. Su corazón late a un ritmo inhumano, el sudor brilla en su palma incluso en el frío del invierno. Está completamente en silencio dentro de la cámara, el leve olor de Harry lo golpea antes de que sus ojos caigan en su cama. Y ahí está, casi un fantasma con su piel pálida y ahogándose en edredones, viéndose más pequeño de lo que Louis lo había visto nunca.

Sus ojos se mueven hacia Liam y gruñe instintivamente, caminando hacia su compañero mientras Liam gime y se somete, permitiendo que Louis tome el lugar de Liam al lado de la cabeza de Harry, la cama se hunde cuando Louis se sienta mientras Harry permanece inmóvil. Sus rizos forman un halo, los labios pierden color y sus huesos se definen. Louis se queda en silencio por un rato, pasando su mano por el cabello de Harry mientras se estremece cuando su piel casi congelada toca la de Louis. Su mente es incapaz de procesar lo que está pasando, una pesadez en su pecho antes de que la realidad se derrumbe.

"¿Serías tan amable de explicarme qué diablos pasó? ¿Ya le escribiste a un médico?" Le pregunta a Liam, el beta parado cerca del otro borde de la cama y estremeciéndose levemente ante el tono áspero de Louis.

"M-Me temo que él, um, se cayó, su alteza real. Estuvo bastante estable después de que usted se fue, pero pronto se tambaleó y luego simplemente, erm, aterrizó en el suelo. Lo juro por el cielo que yo estaba vigilándolo, su alteza real", el beta se muerde la mejilla, los ojos cargados de remordimiento mientras permanecen en el suelo, sin encontrarse nunca con los agudos de Louis. "Me pidió que le trajera una taza de té y cuando regresé, lo encontré inmóvil", Louis respira hondo mientras las palabras escapan de la boca de Liam, una ola inusual de algo que no puede nombrar lavarse dentro de él mientras mira a su pareja, tan frágil se ve.

Su bonito Harry.

"¿Y el médico?"

"He enviado un cuervo, junto con Jonathan también. El que llegue primero a la ciudad informará al médico". El beta de ojos marrones se mueve con inquietud, algo en la punta de la lengua pero no lo suficientemente valiente como para escapar. Excepto que Louis lo mira con más fuerza, su mirada implacable mientras su mano nunca detiene sus caricias, de alguna manera tratando de consolar a su omega. "Perdóneme si me estoy excediendo en mis límites, su alteza real, pero con mi breve conocimiento de fisiología, tal vez podría brindarle a Harry su calor hasta que llegue el médico".