Finalmente parecía que todo acabo, los demonios regresaban del inframundo, la humanidad fue salvada por un ser ni humano ni demonio, alguien ajeno a esas definiciones.
La ciudadela que fueron víctimas de esa ruptura del sello del inframundo vieron con esperanza, endiosando las figuras del imperio, ajenos de la verdad de que si no hubiesen sido los demonios, esos mismos tipos se hubiesen encargado de llevar el lugar hasta las ruinas.
¿Debería ser algo que se sepa o esconderlo a pro de un ideaal por el bien de la ciudad? Quizás sea algo que no tendrá respuesta jamás, y quizás así deba de ser.
Ahora todos estaban reunidos alrededor de los Jaegars y de Naruto y su compañera, el rubio aún cuestionandose que estará haciendo cierta pelinegra en alguna parte del continente, mientras trataba de lidiar con una general que era bastante cariñosa.
-¡Nos as salvado! ¡estamos agradecidos!- los gritos de felicidad del los ciudadanos hacia el Uzumaki y los demás hacían la situación más irónica de lo que ya era.
Entre la multitud una persona cuya simple vista parecía alguien adinerada o importante se movió entre la multitud con tal de estar frente a frente con el grupo.
-No sé como podemos agradecerles esta gran obra, legítimamente, nos han salvado, ¿Hay algo que podamos hacer en compensación?- la pregunta parecía generosa,
Esdeath iba a abrir la boca pero la mano del Uzumaki la mantuvo callada mientras tomaba un paso al frente.
-Sí, ¿que tal si cuando se recuperen busquen alianza con el imperio?- pregunto de forma negociante el rubio con marcas en la mejilla, aunque no estaba interesado en el tema de la revolución, sin embargo, tampoco podía desaprovechar la oportunidad, entre más seguros sean las alianzas y las bases de un gobierno, más rápido podría recuperarse tras un golpe de estado.
-¿Eso es todo? ¡Lo haremos sin dudarlo!- respondió de forma agradecida el señor, mientras que la multitud gritaba con emoción junto a el político para disgusto de Esdeath.
-Y para que la alianza sea definitiva ahí tienen a un par de sujetos bastante fuertes (para sus estándares) justo al lado mío- sin consultarselo a nadie señalo en a sus "compañeros" cuyas únicas excepciones fueron Kurome y Esdeath, los yaegars veían incrédulos lo que hacía el mitad demonio, pero no se atrevían a llevarle la contraria ni aunque sea un poco- Ellos los ayudaran a reconstruir la ciudad y a defenderla de cualquier altercado que pueda llegar a suceder en el proceso, ¿no les parece algo genial?- con esa simple premisa, los gritos de admiración, gratitud y felicidad por parte de los ciudadanos hacían eco en todo el lugar.
Bien, no solo aseguro un aliado para cuando la capital se recupere tras la revolución, sino que se libro de un grupo que sería una molestia lidiar en un futuro, y ya de paso se llevaba a la hermana de Akame.
-(Tengo que admitirlo, ser popular por cosas buenas es tan satisfactorio)- los pensamientos felices del rubio estaban planteando la idea de ciertas mejoras en su reputación, pero sería tema para después- Lo siento chicos, se tendrán que quedar por un tiempo aquí, menos tu Kurome, tu sigues con nosotros- se disculpaba en cierta medida mientras agarraba a Lazari y la ponía en su espalda- No se preocupen, les enviaremos una postal (anual)- decía mientras agarraba la mano de Esdeath cuyo corazón palpitaba con fuerza, junto a la de Kurome quien estaba bastante emocionada por la idea- Por cierto, Chihiro- la científica levanto su mirada con algo de preocupación e intriga de saber que es lo que querría alguien como Naruto de ella para este punto- Si realmente no te sientes cómoda aquí, te recomiendo irte a la capital, conozco ciertos lugares que podrían aprovechar ese ingenió tuyo- Chihiro se sonrojó ligeramente ante la idea, no sabía que responder más haya de un asentimiento, y temblor ante la mirada celosa que le aventó la general de hielo- bueno, nos vemos-.
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Un demonio en una revolución (NarutoxDMCxAkamegakill)
FanfictionNaruto, un joven mitad humano y mitad demonio, hijo del matrimonio entre una humana y un demonio, cuya infancia al inicio fue llena de felicidad, y esperando la llegada de una hermana menor, pero por circunstancias de la vida ya no se sabe qué pasó...