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(Escribir esto mientras escuchó «Me voy» m hace llorar)
31 de diciembre, 2005
Último día del año, la gente se acumulaba en el festival con sonrisas en sus rostros, varios saludándose y riendo sin parar con felicidad. Amigos, familias, parejas, amantes. Una gran diversidad de lazos estaban en el lugar.
Los chicos de la ToMan habían acordado juntarse ahí para pasar nuevamenteun añonuevojuntos y recibir el próximo con sonrisas, Mitsuya había traído a sus doshermanasmenores, quienes reían corriendo cerca del sitio para no preocupar a su hermano mayor, ambos hermanos Shiba llegaban al lugarvestidos con hermosos Kimonos y túnicas.
A unos metros de ellos, Takemichi estaba junto a Hina quien al ver a Yuzuha por el sitio se acercó a ella. Smiley llegó junto a Muto con su característica sonrisa en el rostro. Mikey junto a Draken y Emma vieron a la lejanía a Takemicchi a un lado de Chifuyu, enseguida gritaron su nombre para que el rubio los viera.
Entre risas todos se lograron reunir justo en el momento en que la cuenta regresiva comenzó, las tres féminas adolescentes que estaban en el sitio intercambiaron miradas extrañadas al no ver a su amigo ahí como pensaron que estaría. Mientras que el resto no mencionó nada sobre la ausencia del chico.
Y sin decir nada de la ausencia de Kenichi, celebraron, dándole la bienvenida a un nuevo año.
Mientras que al otro lado de la ciudad, la paronímica era completamente diferente.
El castaño sentado en el piso, en el frío sitio, sin nadie ahí aparte de él, la velas alumbrando lo necesario, al igual que los focos de luz que había en los faroles. En su zurda tenía una pequeña copa transparente con un líquido transparente de igual manera. Su reloj marcó la media noche, y la fecha cambio.
Alzó el brazo con la copa en mano, botando un poco el líquido que tenía en su interior, más no le importó. Brindo con el viento, siendo el único testigo la luna llena y resplandeciente. Sonrió ampliamente antes de ingerir el líquido con los ojos cerrados, sintiendo su garganta arder y su estómago calentarse. Para cuando volvió a abrir sus ojos, las pupilas estaban levemente dilatadas.
Soltó una pequeña risa, mientras soltaba un suspiro al oír pisadas acercarse a él, por sobre su hombro vio a dos chicos que reconoció enseguida.
Y comprendiendo que ya debían partir se levantó sacudiendo la tierra de sus pantalones, tomando la botella de tequila junto a la copa, apagó las velas de un soplido.
- Feliz año nuevo, Keisuke.
Dio la vuelta alejándose de la tumba familiar, caminando detrás de ambos chicos.
- No te quedes atrás, Kenny.
- Sí, Izana.
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