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Diez minutos, son exactamente diez minutos los que dejó pasar luego de ver a Takemichi entrar a la iglesia y Chifuyu ir a otro lugar con ambos idiotas. Recostado detrás de un arbusto estaba, así que no pudieron verme, mi reloj de muñeca es revisado varias veces antes de que llegaran los diez minutos. Suspiro levantándome, sacudiendo mis pantalones mientras que con una mano envío un mensaje a Mitsuya, esto no terminará bien.
Con lentitud subo los escalones de la inglesa sintiéndome como si fuera un intruso en el lugar. Para cuando abro la puerta formando un rechinar la escena que se desata en el interior de la casa de Dios me sorprende.
Yuzuha está apuñalando por detrás a Taiju, mientras que el idiota tiene a Michi elevado con una mano ahorcándolo y Hakkai está a solo unos metros míos apoyado en el piso. Más solo bastan unos segundos para que Taiju reaccione y de un puñetazo aleje a su hermana menor.
— Yuzuha, ¡perra! ¡Realmente la cagaste esta vez!
Lanza unos banco hacia su dirección, la castaña con suerte alcanza a moverse y cubrirse. Yo estoy aún parado por la impresión.
Enseguida el de cabello rapado se voltea acusando a Takemichi, yo solo soy un espectador más que no piensa involucrarse a no ser que sea necesario. Un click suena en mi cabeza cuando Yuzuha menciona que Kisaki fue quién le dijo sobre que haría su hermano.
Bastardo.
Taiju se quitó la chaqueta que traía dejando a la vista su torso desnudo, en su espalda un gran tatuaje de una cruz con líneas negras había. Silbe mirando su herida en la cadera.
— La cagaste, Yuzuha.. gracias a este niño que gritó cuando te vio tuve un pequeño segundo para moverme así que odia a Hanagaki.— . . . — Que triste, Hakkai, Yuzuha intentaste matar a tu hermano de sangre, su propia familia, que se desgarro en carne y hueso ¡Por ustedes!
— ¿Por nosotros? Y una mierda, lo hiciste por ti mismo, no te importamos una mierda usaste palabras como "familia" así que podrías manipularnos todo este tiempo. Eres un demonio. — Yuzuha contesto.
— Y los demonios no son bienvenidos en la casa de dios, Taiju. — Suelto desde mi puesto sentando en una de las bancas, por unos segundos tengo la atención de todos antes de que el vejestorio golpeara a Yuzuha nuevamente. Chasqueo la lengua parándome.
— Oh señor, ¿Por qué siempre me haces pasar por tales pruebas cómo está? ¿Por qué tengo que matar a mi amada hermana pequeña?
Yuzuha se volvió a levantar y corrió hacia su hermano mayor con intención de golpearlo, apure el paso y alcance a sostenerla antes de que cayera nuevamente al piso luego de que Taiju la volviera a golpear.
— Oye, ¿Ya te dije que eres jodidamente asqueroso? Porque realmente me das asco, maldito vejestorio. — Me pongo delante de Yuzuha, viendo cómo Michi se pone frente a Taiju.— Estás a punto de matar a tu hermana y dices amarla, hipócrita.
