Why don't you love me? (Sukufushi)(GojoIta) (Omegaverse)

C13

Omnisciente

El fin de semana llegó rápido y con esto, el celo de Megumi.
Como era costumbre del chico se la pasaba acostado viendo cualquier cosa esperando que las molestias de su celo se pasen.

Miraba su celular con una pequeña sonrisa leyendo los mensajes con sus amigos, agradecía tener amigos como ellos.
Al ser los tres omegas se entendían en este tipo de cuestiones, cuando alguno entraba en celo se encargaban de ser cuidadosos y lindos entre ellos.

Y entre estos mensajes, también llegaban de Sukuna.
El alfa no había dejado de hablarle aunque Megumi ni siquiera le esté respondiendo, enviaba imágenes graciosas, videos divertidos y hablaba de cualquier cosa incluso sabiendo que Megumi le ignoraba.

El pelinegro pensaba que esto era algo lindo la verdad, también se llegaba a sentir como una mierda por tratar así al otro pero bueno, Sukuna no es una blanca e inocente paloma.

Aparte no quería cometer alguna estupidez gracias a su celo.

— ¡Voy a salir! — se asomó Gojo con una sonrisa.
Era tarde por la noche así que supuso que iría a alguna cita o algo así.

Tampoco le iba a preguntar, no se mete mucho en los asuntos de Gojo — no hagas nada malo mientras no estoy — dijo con una sonrisa burlona.
Megumi solo frunció el ceño y se dio la vuelta cubriéndose con las cobijas — ¡Descansa!

(...)

Megumi abrió los ojos lentamente cuando empezó a escuchar fuertes golpes en la puerta, intentó ignorarlos pero eran tan insistentes que simplemente no podía quedarse dormido de nuevo.

Miró su celular y eran alrededor de las 12 de la noche, bufó levantándose de la cama con cero energías.

— El idiota debió olvidar las llaves — dijo para si mismo pensando en el alfa albino — ¡Voy! — gritó cuando la puerta principal fue golpeada de nuevo.

Apenas abrió la puerta su rostro de molestia cambió a uno de sorpresa.
Cierto alfa de cabellos rosados estaba parado frente a él — ¿Qué haces aquí? —

— No vengo a molestar — dijo rápidamente con miedo a que Megumi le azote la puerta en la cara — vine a traerte esto — sonrió — ¡Ta da! — mostró unas bolsas decoradas con moños y dibujos de corazones.

Dentro de las bolsas había chocolates, dulces, gomitas y de todo tipo de golosinas — Yuuji ama los dulces cuando está en celo, pensé que te podrían gustar también — Megumi estaba sin palabras.

Sentía una especie de calor en su pecho, se sentía bien.

— Gracias... — tomó la bolsa con cuidado — ¿por qué haces esto? — preguntó confundido.

— Pues... no sé si lo sabías pero me gustas — dijo con sarcasmo, claro que sabía que le gustaba, no dejaba de decirlo — así que esta es mi forma de cortejar — sonrió.

Megumi no sabía si eran sus hormonas o algo más, pero jura que sintió su corazón acelerarse con la sonrisa del alfa que tenía al frente — no preguntes como se donde vives, no me hagas explicarlo — bromeo sin dejar de sonreír — y ya se que me dirás qué no pero no pierdo nada... — suspiró — ¿Quieres dar un paseo? — señaló a su motocicleta, fue un regalo de cumpleaños.