Ich vermisse dich

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Han pasado tres largas semanas desde que Rin evita a Ryusei. Lo extraña profundamente, pero al mismo tiempo lo odia con todo su ser por lo que hizo. En ocasiones, siente un deseo arrollador de olvidarlo todo y correr hacia él, pero su orgullo se lo impide.

Rin yace en su cama, tratando en vano de tomar una siesta que nunca llega. Se revuelve entre las sábanas y observa la ventana. El cielo está cubierto de gris, como si una lluvia inminente estuviera a punto de desatarse. Solía adorar sentarse junto a esa ventana y ver la lluvia caer, pero siempre estaba acompañado en esos momentos...

El peliverde finalmente toma una decisión: salir. ¿Qué importa si llueve? Ha pasado la mayoría de los días encerrado en su departamento, sumido en la depresión.

Sale de su hogar y se dirige a una tienda que permanece abierta las 24 horas. Tiene hambre y ansía algo dulce. Aunque no es dado a beber, decide que no es momento para comenzar esa costumbre, especialmente después de lo sucedido con Ryusei..

 Aunque no es dado a beber, decide que no es momento para comenzar esa costumbre, especialmente después de lo sucedido con Ryusei

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Rin tomó algunos refrescos y bocadillos, los pagó y se sentó en unas sillas dentro del local. Este lugar se había convertido en su favorito desde que llegó a Tokio.

Había venido aquí para estudiar y alejarse de su familia. Al principio, no deseaba hacer amistades ni buscar una pareja, pero la vida tenía otros planes. Después de lo que ocurrió con Ryusei, había estado ignorando a sus amigos, quienes querían ayudarlo. Pero la verdad era que él deseaba estar solo.

Estaba disfrutando de su merienda cuando escuchó que alguien entraba al negocio, pero optó por ignorarlo. Se sentía cómodo con sus bocadillos, pero pronto notó unos pasos acercándose a él. En ese momento, giró la cabeza y miró con desagrado a la persona que se había colocado detrás de él.

- Hey, tranquilo, hombre - dijo, levantando sus brazos en señal de inocencia, y comenzó a reírse.

- ¿Puedo...?

- No, vete, Bachira - interrumpió Rin, dándole la espalda.

- Hombre, eres bastante intenso - Bachira hizo caso omiso de Rin y se sentó de todos modos.

Rin no lo miró y continuó comiendo, mientras Bachira también comenzaba a comer. Estuvieron en silencio durante unos 20 minutos, y la situación se volvía incómoda, aunque Bachira parecía ser quien más la sufría.

- Lo siento, ya no aguanto. ¿Qué tal tu día? - Bachira preguntó con una sonrisa.

- Fue de la mierda, muérete - dijo Rin, tomando el último sorbo de su bebida.

- ¿Debo tomarme eso como un no? Fue una respuesta muy amable, Rin Rin - Bachira alzó un brazo hacia su pecho.

- Cállate, no estoy de humor - respondió Rin, terminando su bebida.

- Oye, sé que no debería meterme, pero... ¿cómo estás realmente con todo esto? No sales, Rin, te encierras demasiado, vayamos a jugar una partida entre los chicos- comentó Bachira.

Rin se quedó mirando a Bachira, evaluando si debía ir...

Liebes, tut mir leid/RyuRin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora