Ich vermisse dich

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Shidou no recordaba muy bien qué había pasado. Simplemente agarró su teléfono y escribió a Rin pidiéndole que viniera. No miró la hora, pero poco le importó.

Se sentía triste y anhelaba un abrazo fuerte de su pareja, cuando de repente escuchó que tocaron la puerta. Se levantó con entusiasmo y se dirigió hacia la puerta, solo para sorprenderse al descubrir que era la misma chica de los tragos y no su querido novio...

Hizo una mueca de desagrado, pero después no recordaba nada más, solo la expresión fría de Rin al encontrar a Shidou y la chica en la cama, ambos vestidos.

En ese momento, Shidou no supo qué hacer y no entendía cómo llegó a esa situación. Su corazón ardía y su cabeza le dolía. Rin salió corriendo, lo que dejó a Shidou mirando a la chica sin dudar en darle una bofetada fuerte antes de salir de allí. Le daba igual que fuera una mujer; no debió entrometerse en su relación.

Desde entonces, Shidou intentaba recordar qué había pasado. Obviamente, la chica le hizo un drama por la situación, pero el moreno no tuvo miedo de enfrentarla. Shidou era conocido como alguien impulsivo que no dudaría en pelear, incluso con una persona indefensa.

Los días se volvieron grises, ya habían pasado tres semanas desde aquel incidente, y Shidou anhelaba tener una oportunidad con Rin de nuevo. Sin embargo, el chico lo ignoraba.

Estaba en el gym, mirando al vacío. Ya no salía y pasaba más tiempo en el gimnasio intentando olvidar su dolor, pero cada vez empeoraba. La situación de estar "soltero" atrajo la atención de varias chicas que se acercaban a él, pero las ignoraba constantemente.

Mientras bajaba las pesas, sintió que era hora de irse. Agarró su botella de agua y dio sorbos, pero luego sintió cómo alguien le tocaba el hombro. Giró bruscamente para encontrarse con Eita, quien tenía el ceño algo confuso, soltando un suspiro.

"Oh, solo eras tú, perdona, Eita", dice el moreno algo apenado, ya que el chico era muy amigo suyo.

"No te preocupes, la verdad te vi de casualidad... ¿te gustaría salir un rato?" ofrece el chico.

Shidou queda pensando unos minutos y acepta. El chico era su amigo, además, le vendría bien hablar con alguien y no ir a su departamento a deprimirse.

Salen los dos del gimnasio y se dirigen a un café local. Ambos piden un café frío y se sientan en un lugar con linda iluminación y paisaje.

Shidou estaba tan absorto en sus pensamientos que no escuchó cuando Eita lo llamaba hasta que le dio un golpe en la cabeza.

"¡IDIOTA, ME DOLIÓ", dice Shidou bajando su cabeza en la mesa y haciendo un lloriqueo, lo cual llamó la atención de muchos.

"Deja de llorar, quería hablarte de un tema...", dice Eita ignorando que su amigo sufría por el golpe.

"Auch, ¿de qué quieres hablar?", dice Shidou recuperándose poco a poco y poniendo esta vez atención a su amigo.

Eita parecía avergonzado y desviaba mucho su mirada hasta que hizo contacto visual y lo dijo sin pensar.

"Me gusta Karasu... Sé que estás dolido, pero no sé qué hacer", dice Eita escondiendo su cabeza entre sus brazos en la mesa.

Shidou no esperaba eso. Si bien eran muy unidos, Eita solía salir con chicas cada día, y no esperaba que le confesara que le gustaba un hombre.

"La verdad, me tomaste por sorpresa. No esperaba eso, pero no niego que tal vez Karasu y tú podrían tener algo. Digo... hay que arriesgarse", dice Shidou, recordando los momentos humillantes que tuvo que pasar para conquistar a Rin, lo cual lo puso triste, pero fingió estar feliz.

"¿Tú crees eso? Yo quería invitarlo a salir, pero me da miedo", dice Eita, para luego esconderse más en sus brazos.

Hubo unos minutos de silencio, lo cual hizo que Eita se sintiera incómodo hasta que levanta la mirada viendo cómo Shidou tecleaba en su celular para luego ponérselo en la oreja. Eita se quedó confundido hasta que Shidou habla.

"Karasu, hola bro, ¿te gustaría salir en una cita con Eita?" dice Shidou yendo al grano, haciendo que Eita se pusiera rojo de vergüenza y se estira hacia Shidou para golpearlo, pero la llamada estaba en altavoz y se congela al escuchar la voz de Karasu.

"¿Eh? ¿Eita? No lo sé, me gusta la idea, pero seguro estará con alguna chica", dice este, haciendo que Eita sin pensar hablara.

"¡KARASU, DIGO SÍ, ESTOY DISPONIBLE!" este último se queda pensando en lo que hizo y hubo un silencio; Shidou solo tenía una sonrisa diabólica.
La verdad, sí se verían lindos juntos.

"¿Eres Eita? Oh, sí, estás libre. ¿Te gustaría ir a mi casa cerca del bosque? Digo, para pasar un rato en la naturaleza", dice Karasu, notando que estaba sonriendo y sonaba muy alegre.

Shidou pone sus ojos en blanco y decide romper el ambiente de estos dos.

"Dile directamente que te lo quieres coger", Dice este para cortar y mirar a su amigo, lo cual lo miraba con ganas de matarlo ahí mismo, pero no lo hizo porque la mesera dejó los cafés y Eita fingió demencia por un momento.

"Hey, si quieres salir con él, escríbele ahora", dice el moreno para disfrutar de su bebida.

"Gracias... no era la manera, pero salió bien, pero igual te mataré", dice este para luego mirar su teléfono y, obviamente, escribir a Karasu.

Ryusei sonríe; estaba feliz por su amigo, pero a la vez triste. Le dolía tanto, pero debía calmarse. Pasados unos minutos, Eita se retiró para encontrarse con Karasu, y el moreno continuó su camino.

Liebes, tut mir leid/RyuRin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora