Liebes, tut mir leid/RyuRin.

Beso tuyo

Rin amaba a Oliver como a un padre, lo conoció cuando tenía 15 años, y desde entonces siempre estuvo ahí para él. Mientras se abrazaban, Sae fingió toser para llamar la atención de ambos.

-Sé que Ryusei está aquí- dijo Sae con una expresión fría.

-¿Está Ryusei aquí?- preguntó Oliver emocionado, y fue corriendo directo al cuarto de Rin.

Rin no hizo nada para evitarlo, ya los habían descubierto, ahora tenían que enfrentar las consecuencias. Pasaron unos minutos llenos de ruido proveniente del cuarto, hasta que finalmente Oliver apareció cargando a Ryusei.

Rin y Sae solo observaban cómo sus novios actuaban como tontos, pero los amaban igualmente. Rin miró a Sae de reojo y vio cómo le sonreía a Oliver con dulzura.

Sae notó la mirada de su hermano, lo que cambió automáticamente.

Oliver y Ryusei llegaron hasta la sala dándose pequeños empujones mientras reían.

-No sabía que habían vuelto- dijo Oliver emocionado.

Ryusei iba a responder, pero Rin fue más rápido.

-No hemos vuelto aún en sí...- dijo Rin.

-Pero dormimos juntos- interrumpió Ryusei para fastidiar a su chico, lo cual fue fulminado con la mirada por parte de Rin, quien solo dejó escapar una sonrisa.

Estuvieron hablando por un buen tiempo, principalmente era una conversación de Oliver contando su viaje con Sae, lo cual Rin y Ryusei escuchaban animados. Sin embargo, ambos chicos sabían que Sae quería hablar de otro tema del cual tenía miedo enfrentar.

-Entonces en mis zapatos había una araña, por eso no le gusta Australia- dijo Sae con una sonrisa.

-Yo no aguantaría ver eso en mis zapatos o encima mío- respondió el moreno.

-Bueno, entonces, ¿qué hay entre ustedes dos?- dijo Sae de repente, cambiando el tema y el ambiente.

Rin y Ryusei se miraron por un momento. No estaban mal, eso estaba claro. Ambos sabían que se amaban, pero había esa herida en Rin. Sin embargo, no estaba mal con el moreno después de esa conversación. El peliverde estaba pensando en qué decir, pero escuchó la voz de Ryusei, lo cual captó su total atención.

-No voy a justificarme. No me acosté con la chica y menos le fui infiel. Pero voy en serio con Rin. Quiero recuperarlo. Ahora mismo no somos nada- dijo Ryusei, con una expresión algo triste y la voz temblorosa, pero pronto cambió su mirada a una confiada y miró directamente a Rin a los ojos. -Pero mi amor por ti es tan grande que te buscaré todas las veces que sea necesario- agregó, agarrando la mano de Rin y dándole un beso, lo cual hizo que el chico se sonrojara.

Sae y Oliver observaron todo. Los dos parecían tranquilos al escuchar eso.

Oliver se levantó de su lugar mostrando una sonrisa. -Entonces están bien, podemos irnos entonces, Sae. Aunque no lo creas, Rin... Sae ya sospechaba esto- dijo, desapareciendo de la sala y dirigiéndose hacia la salida.

El hermano mayor solo soltó un suspiro. Para él, no era muy fácil demostrar algo de interés hacia su hermano. Estaban mal, eso era un tema delicado. Sae se levantó también de su lugar y se fue en silencio, dejando a los dos chicos algo confundidos, pero no dijeron nada.

La noche caía poco a poco, y aún seguían dentro del departamento. Rin estaba preparando unos huevos revueltos mientras Ryusei observaba.

-¿Quieres que le ponga algo en especial?- dijo Rin mientras daba vuelta el huevo.

-Me gustaría un beso tuyo- dijo Ryusei con voz coqueta.

Rin dio media vuelta, solo regalándole una sonrisa. Se acercó hacia él, donde Ryusei se sorprendió. Estaban a centímetros de sus labios, pero Rin cambió de dirección y le dio un beso en la frente.

-No dijiste dónde- dijo Rin mientras volvía hacia el sartén con el huevo.

-Eso no es justo, RinRin- dijo Ryusei con desilusión y un puchero.

Pero el moreno no se rindió. Se levantó de su lugar y rodeó sus brazos en la cintura de Rin, comenzando a soltar miles de besos en el cielo y la mejilla de Rin. El chico se sonrojó, pero no dijo nada. Ambos habían extrañado tanto esto.

Rin decide darse vuelta, quedando cara a cara con Ryusei, y ninguno de los dos duda. De inmediato juntaron sus labios haciendo un beso suave. Rin comienza a rodear sus brazos sobre los hombros de Ryusei, y este aprieta su cadera.