Cabello de Oro y Ojos de Rubí

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Septiembre de 1984

 Un año había pasado desde que sus padres decidieron mandarlo  lejos, la mente de un niño de cuatro años no era capas de razonar el porque hicieron eso,  eso año fue raro sin a grandes rasgos, todas las comodidades que  tuvo cuando vivió con sus padres,  se esfumado al mudarse con sus tíos, su amplia habitación fue reemplazada por  un pequeño armario,  la comida que aparecía de la nada frente a la mesa ahora era pequeñas comidas servidas en platos de papel,  la ropa elegante se convirtieron en harapos gigantes, y las horas de juego con su hermano se convirtieron en tareas del hogar.

Ese día la tía petunia le estaba enseñando a cocinar, " Escúchame bien pequeño monstruo, si arruinas esto lo lamentaras" Harry  no respondió solo asintió con la cabeza, Petunia no se tomo bien el silencio de Harry y le dio un golpe en la cabeza con la mano " me escuchaste! " Harry tenia ganas de llorar " Si tía Petunia ", petunia vio por la ventana que su esposo estaba llegando del trabajo " no toques nada mas, Vernon esta llegan y no quiero que  tenga que esperar mas por la cena si tu arruinas algo " Petunia no espero que Harry le diera una respuesta simplemente se limpio las manos se quito el mantel y se fue a darle la bienvenida a su esposo.

" Petunia mi amor, saca el buen vino hay que celebrar" ella solo le dio un abrazo y un beso a su marido, " Que ocurre mi amor, que vamos a celebrar " el sonrío y alzo un puño en señal de victoria " Al fin nos vamos a deshacernos del monstruo" los ojos de Petunia se llenaron de lagrimas rápidamente tomo la mano de Vernon y los dirigió a la sala donde Dudley veía la televisión  "Dudikis, amor apaga el tele   un momento tu padre tiene que contarnos algo muy importante". Dudley a regañadientes apaga la televiso "Bueno el día de hoy llego un nuevo inversionista a Grunnigs, un respetable caballero de los Estado Unidos, el tiene inversiones en una gran variedad de campos pero el mas importante maneja una academia militar donde se aceptan niños de todas las edades, lo convencí de aceptar al mocoso" Petunia estaba eufórica y comenzó  a dar saltitos, pero su felicidad se convirtió en precipicio "pero Vernon eso no será costoso" Vernon sonrió de oreja a oreja "Esa es la mejor parte, no tendremos que pagar nada, es un gesto de bueno voluntad por el excelente trato que hice con el".

Todos los Dursley estaban celebrando en la sala, mientras esto pasaba Harry los veía asomándose por la puerta de la cocina tenia un mal presentimiento en todo este asunto, Vernon noto donde estaba Harry y de pronto le grito, "Monstruo espero que estés agradecido por todo lo que he hecho por ti, asi que escúchame bien, el señor Oslo vendrá mañana a cenar y tu serás educado y respetuoso con el, cuando termine la cena tu te iras con el y no regresaras aquí hasta que tengas diez y siete años, me entiendes!!!" Harry asintió rápidamente con la cabeza, Vernon se puso firme y cruzo los brazos "mas te vale".

A la mañana siguiente Petunia fue con Harry a Londres para comprarle algo decente para la cena de esa noche y comprar algo los ingredientes para hacer la cena de esa noche, ella tendrá que hacer la mejor cena que jamás allá hecho, puesto que no podría servirle cualquier cosa el hombre que tan generosamente se estaba deshaciendo del monstruo. 

Cuando llego la noche y se escucho el auto del tío Vernon, la tía Petunia los llevo a la entrada de la casa para recibir al tío y a su invitado, invitado que se hará cargo de el por los próximos trece años. Dos autos se estacionaron frente al numero 4 de Privet Drive, uno el auto del invitado era claramente mas costoso que el del tío Vernon, del segundo auto bajo un hombre alto, de cabello rubio casi dorado, traía un reloj de oro pantalones negros, camisa del  mismo color, saco rojo con detalles blancos y corbata roja y llevaba un ramo de flores ciclamen, Vernon guio al hombre a entrada la casa. "Bienvenido a casa mi amor, este caballero debe ser el señor Oslo" Harry pudo ver los ojos del hombre eran del rojo mas intenso que jamás había visto, el le extendió las flores a Petunia "Uste tiene que ser Petunia la hermosa esposa de Vernon, deje que me presente de manera formal, mi nombre es Héctor Oslo, es un placer conocerla" Petunia acepto las flores, Oslo agacho a la altura de los niño, saco una pequeña caja dorada de su bolsillo, al abrirla una melodía comenzó a sonar, dentro de esta habían pequeñas tabletas plateadas. " Tu debes de ser Harry, quieres un chocolate?" Harry tomo tímidamente una barra y Olso sonrió.

En ese momento nadie los sabia pero todo cambiaria para el mundo

Hogwarts despacho del sub director

" Sybill, tenemos que hablar, cuando comience este año escolar te quiero pedir por favor que no le des mas profecías de muerte a los estudiante", la profesora de adivinación dejo a un lado su tasa de te. "Minerva no puedes pedirme que alga algo asi, cada vez que veo algo en el ojo interno no puedo ignorarlo asi sin mas" Sibill volvió a tomar su tasa de te y la profesora McGonagall se quito los lentes y froto sus ojos, "Escucha Sibill no puedes seguir asustando a tus" -break-  Minerva alzo la vista rápidamente para ver que había pasado, a Sibill se la había caído la tasa de las manos y se había quedado estática con la  mirada perdida, "Cuatro Poderes ya olvidados se alzaran,  un bárbaro rojo y dorado,  un guerrero amarillo y azabache, un pícaro verde y plata y un sabio azul y bronce, y por un héroe roto ellos serán  guiados, esto a la ruina o la prosperidad nos llevara , la decisión bajo una luna de sangre se tomara".   

Forjado En La GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora