32. Terminó, ¿no es así?

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Una disculpa por no subir el capitulo ayer, fue mi cumpleaños y se me hizo un poco tarde y ya no me dio tiempo de subirlo, pero aquí esta, espero y lo disfruten. 

Esa noche no regresó al departamento de Yuta

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Esa noche no regresó al departamento de Yuta. Y tampoco se fue con Jeno.

En su lugar decidió regresar a casa con su madre en busca de ser consentido y sentirse protegido como solo podía en la seguridad del abrazo de su familia. Así pudo estar tranquilo hasta el día de la conciliación.

Por las mañanas Yuta iba a recogerlo para llevarlo al trabajo y por las noches Jeno lo recogía para ir a casa.

No fue sorpresa para Jaemin que sus hermanas adoraran al rizado, y mucho menos que los mellizos lo quisieran de inmediato. Era como si el hombre hubiera sido hecho para encajar con su familia. Fue como siempre quiso que fuera la relación entre Mark y ellos.

Ahora podía ver con mayor claridad que desde un comienzo tuvo que darse cuenta que ese no era el hombre para él, en lugar de seguir intentando que encajara a la fuerza.

—¿Estás seguro que no quieres que te acompañe, Jae? —preguntó su madre, acariciando su mejilla con cariño.

El chico negó —todo estará bien.

—Entonces prepara tus cosas para no hacer esperar a Yuta —le dijo sin demostrar la preocupación que sentía por su hijo.

—En realidad hoy vendrá Jeno —una sonrisa se le salió inconscientemente, llamando la atención de su madre—, es más conveniente ya que él trabaja ahí.

—Me agrada mucho ese chico —lo miró divertida—, puedo ver por qué te gusta tanto.

Casi se atraganta con el bocado de comida que acababa de llevar a su boca, llenando de gracia a la mujer por aquella reacción. Estaba rojo hasta las orejas y no sabía cómo responder, si debía negarlo todo o reírse.

—Me hace sentir feliz y en casa —al final se decidió por decir lo que sentía—, pero no creo que queramos lo mismo

—Yo no estaría tan seguro si fuera tú...

Se quedó pensando en esas palabras, solo siendo sacado de sus pensamientos cuando recibió un mensaje del hombre diciendo que ya lo estaba esperando afuera. Se despidió de la mujer dándole un beso en la mejilla.

—Por favor mándale mis saludos —gritó antes de que su hijo saliera de la casa.

Este caminó contento con sus manos entrelazadas detrás de su espalda hasta el coche del abogado, quien lo esperaba parado a un lado de la puerta, manteniéndola abierta para él. El momento en que se vieron estuvo lleno de emoción por ambos, emoción que intentaban ocultar pero se escapaba por cada parte de sus cuerpos.

Era visible en el beso en la mejilla que dio al más alto. En el abrazo con que lo recibió el otro. En la forma con que se veían el uno al otro e incluso en el silencio cómodo con el que ambos viajaron.

Infieles - ADAPTACIÓN NOMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora