Capítulo VIII.

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Acabo de despertarme, tarde como de costumbre. Es que ayer se me hizo muy difícil dormir por estar pensando en cierto chico de anteojos.

Busqué ropa linda y entré a bañarme. Hoy sería la salida a Hogsmeade, no tenía planes con nadie, pero igual quería ir para comprar cosas y tal vez tomar cerveza de mantequilla. Ah, y debía buscar un regalo para Dobby, él fue muy bueno y me hizo quedar bien con Harry, entonces quería dejarle un detalle para ponerlo contento.

Ya lista, bajo para ir a desayunar. No veo a nadie en la sala común, todos están preparados y esperando la hora de irse, demasiado emocionados por la salida.

Cuando entro al Gran Comedor lo primero que veo es a Harry y no puedo evitar sonreír como idiota.

Este se encuentra platicando animadamente con Ron, el cual está comiendo un pata de pollo y una dona al mismo tiempo. Estos chicos y sus combinaciones raras.

Yo tomo asiento al lado de Harry.

—¿Ya te curaste, Potter? —le digo sonriendo.

Él gira su cabeza bruscamente y me da una gran sonrisa. Yo se la devuelvo por instinto, como si me hubiera contagiado, y al verlo así, tan de cerca y tan lindo, el corazón empieza a latirme más rápido.

—Oh, hasta que la bella durmiente se dignó a aparecer —dice animadamente.

—Pues sí, necesitaba mi sueño de belleza de 15 horas seguidas —digo haciendo reír a Harry.

—¿La bella durmiente? —pregunta el pelirrojo mirándonos.

Ay, ya me había olvidado de la existencia de Ron, eso pasa cuando tienes al lado al chico que te gusta.

—Es un cuento muggle de una chica que duerme mucho porque una bruja le echó una maldición. Por cierto, buen día, Ron.

—Buen día, Rosie. No lo había escuchado, pero sí, definitivamente esa chica que duerme mucho sí suena como tú.

Dice y los tres reímos. En eso llega Hermione y toma asiento junto a Ron.

—Estaba pensando... —dice ella.

—Que raro — contesta Ron irónicamente, interrumpiéndola.

—Ronald, cállate —habla Hermione irritada —.Estaba pensando y no llegaré a leer tres veces cada libro antes del examen.

—¿Tres? —pregunta Harry.

—¿Leer? —dice Ron, claramente burlándose.

Hermione le da un golpe en la cabeza con su libro.

—Tranquila, todavía tienes tiemp... —iba a decir al ver que estaba estresada, pero ella me interrumpe.

—No, no lo tengo —contesta frustrada —Es que quiero estudiar para los exámenes, leer todos los libros tres veces, también repasar la lectura ligera que tengo pendiente, hacer las tareas, practicar encantamientos. Y... ¿Ustedes están concientes de que los elfos son explotados para limpiar, cocinar, ordenar, y hacer todo lo que sus amos digan? Son prácticamente unos esclavos y nadie hace nada.

—Ay, ya empiezas con eso de nuevo, Hermione. Ya te lo dije, a los elfos les encanta trabajar, son felices siguiendo órdenes—dice Ron y empiezan a pelear.

—Tranquila, ella siempre se pone un poco nerviosa a estas alturas del año —me susurra Harry.

—Está bien—le digo en un susurro también y sonrío —¿Ya estás mejor?

—Sí, de hecho tu visita hizo que me recuperara más rápido.

—Ay, Harry, qué cosas dices—digo avergonzada.

Él ♥️ (Harry Potter fanfic).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora