Él ♥️ (Harry Potter fanfic).

Capítulo I.

Soy Rose Michelle Pestch, hija de muggles. Pronto voy a comenzar mi tercer año en Hogwarts, y pertenezco a la casa de Gryffindor. Soy bastante introvertida, y tengo un grupo pequeño de amigos. Somos Dean Thomas, Seamus Finnigan, Neville Longbottom, y yo. En realidad, Neville es mi mejor amigo, pero este verano se portó un poco raro, no me prestó tanta atención, las primeras dos semanas me mandaba cartas regularmente, pero luego ya casi no lo hacía, y no me invitaba a su casa. Eso me tiene un poco desanimada, me da miedo empezar las clases y quedarme sola, sin mis amigos y lejos de mi casa, todo un año, sería muy deprimente. Pero al mismo tiempo quiero verlos. Ya preparé todas mis cosa porque falta muy poco para comenzar.

🌻🌻🌻🌻🌻

Ya es 1ro de septiembre, subí rápido al tren, la ansiedad me está matando. Busco a los chicos pero no están en ningún vagón. ¿Todavía no habrán llegado? Ya no quiero caminar más y este baúl pesa mucho. Me apoyo en una puerta para recargar energía, pero alguien la abre y hace que ma caiga para atrás.

—¡Ay! Una sangre sucia entró a nuestro vagón, va a contaminarlo todo —dijo un Slytherin, y el resto de chicos que estaban con él comienzan a reírse.

Trato de levantarme rápido, pero mi baúl me lo impide.

—A ver, ¿ya puedes dejar de estorbar? Queremos salir, nena.

Literalmente es el primer día y ya me van a expulsar por romperle la cara a este rubio platinado (ya saben de quién hablo).

—Déjala Malfoy —Dice Harry.

Él llegaba con Ron y Hermione. Luego me extiende su mano y me ayuda a levantarme cuidadosamente.

—¿Estás bien? —preguntó.

No sé por qué me puse tan nerviosa, solo pude afirmar con la cabeza.

—Que linda pareja, pero deberías elegir mejor a tus amistades, Potter. Digo, primero la comadreja de Weasley, luego la sangre sucia de Granger, y ahora ¿otra sangre sucia?.

El grupo comenzó a reírse de nuevo. Al parecer, alguien comenzó picante el año. Harry y Ron se apresuran a golpear a Draco, pero Hermione se interpone.

—Vamos Harry, él no vale la pena —Draco se ríe burlescamente con sus amigos y se van por el pasillo.

Harry me ve agarrando mi baúl y quiere ayudarme para irnos de allí, entonces lo carga él, y yo le agradezco tímidamente. Luego, cuando íbamos caminando, vemos que llega Dean.

—Hola Rosie.

Me da un abrazo emocionado, adoro a Dean. Entonces Harry solo asiente y se van.

—Entonces, ¿por qué Harry Potter tenía tu baúl? —dijo Dean, mientras me dirigía al vagón donde estaban Seamus y Neville.

—Bueno, es una larga historia, pero en fin, él solo me estaba ayudando a cargar mis cosas, y me defendió de Draco, no puedo creer que ese chico sea tan agresivo, ¿en verano no tenía a quién molestar y se lo guardó todo para ahora o qué? —Dean rió y abrió la puerta.

Al entrar veo a Neville, y a su lado a Hannah Abbott, una Hufflepuff del mismo año. Ella siempre me cayó mal. Además, una vez me acusó de querer copiarla en un examen, y luego dijo algunas cosas malas de mi, no entiendo por qué Neville insiste en ser su amigo. Y lo peor es que no puedo preguntarle por qué no me habló en todo el verano porque ella está aquí.
Cuando entro todos me quedan mirando.

—Hola —digo en expresión neutral.

Estoy de malhumor, la verdad no quiero soportar un viaje entero a Hogwarts con la señorita idiota.

—Rosie, te extrañé —dice Seamus sonriendo.

Lo abrazo rápidamente riendo y me siento junto a él, Dean también se sienta de nuestro lado. Neville me dedica un pequeña sonrisa.

—Hola, Rosie.

Bueno, al menos no está enojado, aunque no tendría por qué.

—Hol... —.No termino de hablar porque la chica me interrumpe.

—Bueno, les seguiré contando de mis vacaciones... —dijo ella.

Cuando empezó a hablar me desconecté completamente, y me puse a mirar por la ventana. Estuve callada un rato, Dean notó mi incomodidad y me apretó el brazo.

—¿Y, cómo fueron tus vacaciones?

—Estuvieron muy bien, me encanta el verano. Y las tuyas, ¿qué hiciste?

—Bien, fui con unos amigos a ver algunos partidos de fútbol, eh... dibujé muchas cosas nuevas porque tenía mucho tiempo libre, y... Creo que es todo, no hice mucho, ya sabes, dormir, ser flojo, me encanta el verano —dijo riendo, y yo también reí.

—Dormir es lo mejor. Luego me muestras tus dibujos. ¿Sabes? quiero que me hagas un retrato de mi gato para colgar en mi pared.

—Claro, Rossie. Es fácil, solo dime cómo es así me hago un imagen de él y puedo pintarlo.

—Okey. Es negro, gordito, duerme y come mucho como su mamá, porque yo soy su mamá —.Dean rió.

Pero rápidamente dejamos de hablar, el tren se detuvo. Empecé a sentir una gran tristeza, todo se volvió frío y oscuro. Nos quedamos en silencio un rato, no sabíamos qué pasaba. Luego, la luz volvió y el tren se puso en marcha nuevamente.