Duxo se adentra a lo oscuro de su mente y sus sentimientos, no quiere aceptar que Aquino a desaparecido, se la pasa buscándolo por todos lados de aquella solitaria dimensión que había caído junto a su compañero y mejor amigo.
Pero... al final ideá u...
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Baje del lomo de Zeus cuando llegue al sitio que él se había detenido. Era un sitio muy lejos de la montaña dónde vivíamos, no había pensado que Zeus había paseado muy lejos como para llegar a este sitio, no era un lugar donde haya pasado con Aquino. Y entiendo el porque, cualquiera pudiera perderse enseguida en este lugar.
En el mapa no estaba registrado. Tal vez poco se sabía de este.
Divisé el lugar en donde estábamos y apenas divague en un prado grande donde baje junto a mi dragón, en un rato caminando me encontré con una fogata ya apagada en el medio del bosque. Parecía que ya había sido apagada hace tiempo, pues no se veía algún humo o rastro de calor en ello.
Pase de largo e intente investigar un rato más. Una hora más o menos ya había pasado.
Mientras más me adentraba podía sentirme más nervioso de verlo, tenía unas ganas de que fuera así, de poder abrazarlo y decirle que lo había encontrado después de tanto tiempo. Pero mis pensamientos fueron interrumpidos por la repentina agitación de mi dragón que comenzó a alterarse y agitar sus alas.
—¿Zeus? ¿Qué pasa chico? ¿Qué sientes?
Pregunte viendo como intentaba retroceder mientras me advertía con su mirada y el movimiento de sus alas.
De repente comenzó a llover, una gota de agua me había caído en mi brazo, no parecía que antes iba a comenzar una tormenta pero las gotas que caían me ardieron cuando vi que habían disuelto parte de mi abrigo, era una tormenta de ácido que ya estaba comenzando.
—Mierda, de esto me advertías.
Intenté montarme en mi dragón de vuelta y salir lo más rápido posible aguantando el incesante dolor que me provocaba las gotas. El prado no le sucedía nada, era obvio que de este lado era común eso.
A Zeus no le pasaba tanto, sus escamas lo cubrían, por una parte podía curarse, pero yo no era tan resistente y no tenía esa suerte, pues no había traído mi armadura completa ese día, solo tenía mi casco puesto que me protegía por "cualquier cosa". Agradecía haberlo traído. Pues para mí, vestirme completamente con mi armadura, era innecesario cuando sólo pensaba en salir y buscarlo.
Es muy tonto de mi parte, lo se.
Aun así, montado en el lomo de mi dragón, la constante lluvia y brisa que había, no se detenía. Intentábamos salir rápidamente de aquella llovizna. De verdad me ardía las heridas que se estaban proporcionando.
El ardor... el sentimiento de no encontrarlo... el dolor de cabeza que me estaba surgiendo por aguantar las heridas del ácido cayendo en mi piel quemándose.... Y... mi vista nublándose...
—Zeus...No me siento bien... C-Creo que...
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Perdido, eso es lo que ahora estaba en esta situación de muerte y recuerdos vagos en su cabeza.
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Nuevo cap. Los dejo con duda hasta el viernes. Bye, bye.
