(TERMINADA) LUJURIA: SANTO PECADO

4 PARTE: DESEO BENDITO (+18)

***

Sus padres celebraron el cumpleaños de su único hijo en compañía de algunos familiares y amigos de la iglesia.

Todos trajeron regalos y buenos deseos para Nanon. Él por su parte abrazó a todos y agradeció a cada uno por todo.

- 26 años mi cielo, tienes toda una vida por delante. Mi deseo es que puedas encontrar al amor de tu vida y seas feliz. Además de muchos nietos.

Nanon sonrió ante las palabras de su madre.

- Eres mi más grande y mayor orgullo, Nanon, mi hijo -Aunque las palabras de su madre lo conmovieron, las de su padre le llegaron al alma. Por eso quiso llorar en su hombro al recordar su deseo de cumpleaños.

Nanon tiene ahora 26 años y ya puede hacerse cargo de sus decisiones.

Poco a poco los amigos de Nanon y de sus padres se fueron uno a uno, quedando en la sala solo Nanon y sus papás.

- Ve a descansar hijo, por ser tu cumpleaños, hoy seré yo quien lave los platos en la noche. Descansa.

- No mamá, deja que yo lo haga. No te preocupes por nada, es muy noche y puedes enfermar.

La señora no pudo haber criado a un hijo tan consciente y bueno.

La señora Korapat puso su mano en la mejilla de Nanon, acunándola mientras le sonreía antes de besar sus hermosas mejillas. El señor Korapat miraba la escena con una gran sonrisa. La mujer que se case con su hijo, ganará el cielo entero.

- Está bien, mi cielo.

La mujer le hizo la señal de la cruz y fue a su dormitorio junto con su esposo.

- Buenas noches papá, buenas noches mamá.

- Buenas noches ternura / Buenas noches hijo.

Nanon entonces empezó a ordenar todo el desorden que dejaron los invitados y limpiaba todo con premura. Su cabeza le dolía porque no quería ir a su habitación.

Las manos le temblaban y en un momento las náuseas se apoderaron de él.

Pedía perdón a Dios por lo que había pedido, las lágrimas empezaban a rodar por sus mejillas y un sollozo se murió en su garganta.

Su cuerpo se tensó cuando una fuerza presionó en su vientre. Cerró los ojos con fuerza y tomó bocanadas de aire para poder mantener la calma.

Pudo ver algo ir hacia las escaleras hasta desvanecerse.

Sacudió su cabeza y se concentró en limpiar todo.

2 de la mañana y terminó todo. Su padre había bajado hacia media hora indicándole que fuera a dormir. Él le dijo que terminaría de limpiar la sala e iría a su habitación.

Bien, la sala ya estaba reluciente.

"Es hora."

Su piel se erizó.

Agachó la cabeza y con los pies pesados y con un corazón miedoso y anhelante, subió poco a poco las escaleras hasta llegar a su habitación.

Prendió la luz y miró a todo lado. Todo estaba tan igual que cuando bajó al celebrar su cumpleaños.

Entró despacio y la puerta se cerró de golpe. La voz de su padre se escuchó preguntar si estaba bien. Él dudó un poco pero al final respondió que sí.

Tragó saliva espesa, sus nervios estaban la tope, su miedo desbordaba por sus poros, pero su cuerpo sucumbía ante la excitación.

Se sentó en el borde la cama indeciso de si acostarse o aún no. Lo mejor era cambiarse de ropa, así que poco a poco retiró ropa de su cuerpo y se puso una ropa para dormir. La timidez invadió su ser mientras se cambiaba prenda por prenda.