(TERMINADA) LUJURIA: SANTO PECADO

8 PARTE: DOLOROSA BLASFEMIA

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- Veo que has estado yendo muy seguido a la empresa a tan solo dar vueltas. ¿Puedo saber a qué se debe tus recorridos?

Ohm ha estado visitando a Nanon a escondidas de su padre con la excusa de revisar el trabajo de todos. Nunca antes Ohm había visitado aquel lugar si no fuera porque quería reclamarle a su padre tantas cosas.

- Es tu empresa y tú eres mi padre ¿Dónde está lo extraño?

- Nunca antes te habías preocupado por lo que pasara en la empresa.

Ohm miró a su padre sin interés.

- Bueno... si deseas puedo dejar de ir. No quiero que pienses que quiero lo que has construido. Bien sabes que también tengo mi propio legado a base de esfuerzo propio.

- No es eso hijo, solo que... ¿Sabes qué? Olvidemos todo eso. Más bien... he notado que te has hecho amigo de Nanon.

"No solo amigo, es más bien mi amante, aquel que follo hasta dejarlo desmayado de puro placer"

- Sí, Nanon se ha vuelto mi mejor amigo.

- Ohm, por favor no corrompas a ese chico. Él es bueno...

"Sí que lo es."

- Ya vas a empezar con tus cosas.

- Ojalá que venga el día en el que ustedes hablen bien de mí.

El padre bajó la cabeza.

- Además, suponiendo que él decidiera tener algo conmigo...

- Ohm...

- Papá, suponiendo que él quiera tener algo conmigo, debes tener en cuenta que ambos somos adultos.

- Nanon es un chico de su casa. Un niño de bien.

- Sé que Nanon es un muy buen chico, es tranquilo, pero ¿alguien le ha preguntado qué es lo que quiere para él?

- Cree mucho en dios, además sus padres...

- ¿Cree mucho en dios? Padre... Nanon no es creyente acérrimo de Dios o de la iglesia. Ten por seguro algo, él solo está en la iglesia porque no quiere decepcionar a sus padres, los ama muchísimo, porque si por él fuera, hace años hubiera dejado todo lo religioso atrás.

El señor Pawat miró con tristeza a su hijo.

- No es verdad, Nanon no es así.

- Papá ¿Recuerdas por qué dejé de ser creyente e ir a misa?

El padre bajó la cabeza nuevamente. Recordar esos acontecimientos lo enfurecía y le hacía perder las ganas de ir a la iglesia cada domingo.

- ¿Por qué siempre haces eso? ¿Por qué solo bajas la cabeza?

El señor Pawat no dijo nada.

- Nuestras historias son muy similares, papá.

Cuando el señor Pawat escuchó aquello, levantó la cabeza y pudo ver aquella mirada de dolor en los ojos de su hijo, aquella mirada vacía y llena de dolor que carga consigo desde pequeño.

- Nanon es precioso ahora que es adulto, imagínate su carita cuando era más pequeño, esa inocencia en sus ojos desbordando dulzura. Él era más bonito de pequeño. Así es como les gusta más: Bonitos e indefensos.

Esta vez fue Ohm quien bajó la mirada, quiso concentrarse en el azúcar diluida en la taza de café que removía hasta hacerla desaparecer, porque los ojos picaban y las náuseas se hicieron presentes.

- Sé que odias hablar del tema, padre... pero el hecho de que no lo hables, no significa que vaya a desaparecer.

La señora Pawat se unió al desayuno.

- ¿De qué hablan mis dos amores?

- Mamá, quiero hablar contigo y con papá.

- Ohm.

- Papá, quiero ser honesto con ambos.

La señora Pawat miró a aquellos dos hombres, los únicos amores de su vida.

- Dime hijo.

- No sé si se han dado cuenta pero han pasado un par de meses desde que Nanon y yo hemos empezado a ser amigos.

- Lo sé hijo, Nanon ha sido una buena influencia para ti.

- Lo sé madre. Nanon es un buen chico, por eso quiero decirte esto directamente. Y sé que después de que te lo diga, vas a empezar a gritar o a rezar por nuestras almas. Pero no hay vuelta atrás.

La mamá de Ohm estaba sin entender nada.

- Nanon y yo no somos amigos comunes. Hace un tiempo que Nanon y yo hemos decidido ser una pareja.

La presión se le bajó a la señora Pawat, tanto que su esposo tuvo que sostenerla.

Ambos hombres se sentaron después de haber llevado a su madre a uno de los muebles.

Cuando su madre estaba mejor y las cosas se hubieron calmado, Ohm volvió a hablar.

- Échame toda la culpa a mí, mamá. Nanon es un ángel a mi lado, pero créeme cuando te digo que nos amamos con la misma fuerza y honestidad con la que una pareja heterosexual lo hace. Estamos consientes de que somos hombres y de que es repulsivo para la gente vernos caminar por la calle de la mano como cualquier pareja lo hace, pero Nanon y yo compartimos este mismo sentimiento. Honestamente no sabemos si lo que sentimos en amor, pero estamos seguros de que la compañía de uno le hace bien al otro.

La madre de Ohm estaba llorando.

- ¿Por qué él, Ohm, por qué lo mancillaste?

- ¿Más de lo que ya está mancillado?

- ¿A qué te refieres? Nanon nunca ha tenido novia.

- ¿Y no puedes sacar conclusiones de por qué no la ha tenido?

- Sus padres son muy pegados a las leyes de dios.

- Entonces te voy a contar la historia de Nanon, madre.

La señora Pawat, al término de la historia se desmoronó.

Pasaron muchos minutos antes de que la madre hablara.

- ¿Le ha dicho a sus padres?

- Sí, pero hicieron oídos sordos. No le creyeron. Por lo menos ustedes no me obligaron a volver pero tampoco me creyeron, pero si no me obligaron es porque saben que no es mentira.

La mamá de Ohm se le acercó y depositó un beso casto y amoroso en su frente mientras lo abrazaba fuertemente.

- Perdón mi amor, perdón.

Las lágrimas de Ohm cayeron despacio sobre sus mejillas y luego correspondió el abrazo de su mamá. Su padre se acercó también y abrazó a aquellos por quienes daría la vida misma.

- Hijo de mi alma, las cosas que haces con Nanon no son correctas, pero se quieren mucho según me has contado. Así que dime mi vida ¿Qué harán ahora? Tú sabes cómo son sus padres.

Ni yo mismo lo sé. Lo que sí sé es que Nanon no merece que le pasen cosas malas. Aparte de lo que pasó en su niñez, también está el asunto del íncubo. Pensar que sus problemas iniciaron cuando pidió como deseo tener sexo desenfrenado.

- No lo sé madre, pero quiero llevarme a Nanon lejos de todos.

Tenemos que buscar una solución a eso, pronto.

- La decisión que tomes, la respetaré mi vida.

- Hijo, habla con los Korapat sobre este tema.

- Nanon no quiere, prefiere que lo vean como un mal hijo que dejó a sus padres al fugarse conmigo.

- Ayúdalo Ohm, sé que él podrá superar esto.

Lo hará, claro que lo hará. Nos alejaremos de aquí.

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