Star Wars: Darth Hassan

#6 Geonosis: Ciudad de Estalactitas.

#6 Geonosis: Ciudad de Estalactitas.

Cuando los primeros rayos de sol aparecieron en el horizonte, Gabriel se quedó helado. Era su primer amanecer en el nuevo mundo y era hermoso. Por un momento, se olvidó de todos los problemas que se cernían sobre él: Jedi, droides y clones podían aparecer en cualquier momento. A pesar de pasar toda la noche sin hacer más que meditar, Hassan se mantuvo alerta. En cualquier momento, estaba listo para sacar sus sables de luz emparejados y comenzar una pelea, pero durante toda la noche nadie los molestó. Sólo los recolectores de basura trajeron más droides rotos.

Gabriel salió de su contemplación del hermoso paisaje y comenzó a despertar a sus compañeros temporales. Primero, se acercó al dormido Shaak Ti. Por alguna razón, pensó que ella se despertaría cuando él se acercara. Después de todo, ¡ella era una Jedi! Pero eso no sucedió. Quizás estaba demasiado cansada y por eso dejó que el enemigo se acercara tanto, o quizás Hassan simplemente estaba sobreestimando la Fuerza.

Él le dio un codazo en el hombro, haciéndola sobresaltarse, y luego lo miró con ojos somnolientos. Quizás no se había controlado completamente mientras dormía, pero su rostro mostraba claramente que no había dormido bien. Era de esperarse: habían pasado la noche en un basurero y ella todavía estaba atada.

"Buenos días", le sonrió Gabriel, aunque ella no podía verlo debido a la máscara.

"Buenos días", asintió el Jedi.

Hassan se giró y se dirigió hacia Boba, que estaba completamente envuelto en la capa negra de Darth. También le dio un par de codazos en el hombro, despertándolo. El niño de diez años parecía algo desaliñado, pero no se quejaba ni se quejaba de la interrupción del sueño.

"Buenos días", lo saludó Gabriel también.

"Buenos días", respondió Boba, frotándose los ojos somnolientos.

"¿Cómo has dormido?"

"Bien", respondió Fett. Le entregó a Hassan la capa con capucha, que éste se puso inmediatamente.

"¿Dónde, una vez más, está tu barco?" Gabriel regresó junto a la chica Jedi y la cargó nuevamente sobre su hombro.

"En el hangar, en la ciudad de las estalagmitas".

"Conoces el camino, ¿verdad?"

"Sí," el chico asintió.

"Entonces abre el camino".

Gabriel siguió a Boba, quien caminó rápidamente hacia la conocida Arena, pero esta vez la evitaron usando un camino muy transitado y se dirigieron en una dirección diferente. Diez minutos después, se encontraban escondidos, observando la entrada a la ciudad de estalagmitas, custodiada por varios geonosianos.

Por supuesto, sería fácil dispersar a los guardias y entrar por la puerta principal, pero entonces el camino restante tendría que ser despejado por la fuerza. Gabriel no tenía dudas sobre sí mismo; En su nuevo cuerpo, con armadura y sables de luz, seguramente dominaría a cualquiera que se interpusiera en su camino. Pero ahora no estaba solo. No podía permitir que un tiro perdido alcanzara al cautivo o al niño. Se preocupaba por ellos no sólo por bondad. De hecho, Gabriel esperaba usarlos. Se podría decir que Boba Fett fue su inversión a largo plazo. Si realmente se convirtiera en un cazarrecompensas legendario en el futuro, podría resultarle útil a Hassan como recurso de combate.