Cap.9 Sobre verdades y perdón.

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Lía

Una parte de mí tenía miedo, miedo a lo que sea que pudiera ver pero ya no podía dar vuelta atrás como pude llegue al pensadero sumergiéndome en los tan temidos como misteriosos recuerdos de Tom.

— ¿Qué haces tú aquí? –Su voz era completamente sin emoción alguna. - No tienes derecho a reclamarme nada.

— Cierra la maldita boca. –Saco su varita amenazando a una silueta que no se alcanzaba a distinguir. -

— Las cosas van a cambiar mucho a partir de ahora. –Una voz femenina resonó por el pequeño lugar.- Pronto todo esto será nuestro.

— Ni se te ocurra salir de aquí, para el mundo tu no existes ¿Quedó claro?

— Acércate a ella y juro que voy a olvidar quién carajos eres. –El grito de Tom resonó por todo el lugar antes de que una sombra se le fuera encima iniciando una pelea que fue interrumpida por una voz un tanto distorsionada.

— Alto par de estúpidos, peleando no me sirven de nada.

Tom estaba cubierto de sangre mientras se pasaba un pañuelo por el brazo, mirando nuevamente hacia un punto desconocido.

— ¿Qué nos está pasando?

— Tarde o temprano todos sabrán nuestro secreto. –Aquella sombra volvió a acercarse a él esta vez ambos estaban en paz.-

Mi cabeza dolía, tenía sentimientos encontrados jamás había visto esa frialdad en sus ojos eso me asusto bastante en cuanto volví a la realidad quise vomitar, Cedric se acercó corriendo a mi tomándome del brazo evitando mi inevitable caída al suelo.

— ¿Pero con quiénes hablaba? ¿Qué secreto?

— Me temo que eso es lo que te pediré que averigües, siento mucho ponerte en esta situación.

— ¿Por qué yo? –Las palabras apenas salieron de mi boca.-

— Eres la única que tiene contacto con él en todo Hogwarts, tienes acceso a sus cosas, a su vida y él no sospecharía nada.

Era como si mis pies se hubiesen quedado pegados al suelo y hubiese olvidado como hablar mientras una punzada se hacía cada vez más grande en mi pecho, no podía seguir ahí.

— Creo que Lía tiene bastante que procesar –Y como si Ced hubiera leído mi mente tomo mi brazo y me guío a la salida. -

— Claro, tomate tu tiempo en verdad espero que puedas ayudarme.

El camino de regreso fue silencioso agradecía que Ced no me hiciera preguntas ni intentara hablar del tema por más curiosidad que tuviera.

— ¿Segura que estás bien? –Dijo en cuanto llegamos a mi habitación. -

— Lo estaré, solo necesito descansar.

— Si necesitas algo sabes dónde encontrarme ¿De acuerdo? –Asentí intentando dar mi mejor sonrisa, él se despidió depositando un beso en mi cabeza, me metí a mi habitación y me dispuse a intentar dormir.-

***

Había pasado poco más de una semana desde que había mirado esos recuerdos, parecía casi toda una eternidad, eternidad en la que había estado evadiendo a Tom completamente. Hoy era un día importante para Ced así que decidí dejar todo eso de lado para poder concentrarme al cien por ciento en su primera prueba del torneo, pero para que eso pasara aún tenía que hacer una última parada.

— ¿Podemos hablar? -Dije sentándome enfrente de él.-

— ¿Lía? –Dejó su libro a un lado la sorpresa en su voz era evidente. - Claro que sí, pensé que jamás volverías a dirigirme la palabra.

— Sí, yo pensé lo mismo la verdad.

— Sé que fuí un idiota contigo y lo lamento mucho, no sé qué me paso fue como si estuviera hechizado de alguna manera.

— Eso ya no importa Draco, lo entiendo. –Aparté la mirada algo incómoda. -

— Sé cuándo algo te inquieta, comienzas a mover tus manitas de esa forma. –La risa de Draco hizo más liviano el ambiente y no voy a mentir también me hizo más fácil comenzar a hablar.-

— ¡No es verdad!

— Claro que sí, ¿Quieres contarme?

— Es más bien una duda y por favor se lo mas honesto posible ¿Puedes? –Volví a mirarlo no me sentía nerviosa por él sino por su respuesta. -

— Es lo menos que puedo hacer por ti.

— ¿De verdad Tom te lanzo ese Crucio? –Todo su cuerpo se tensó mientras se acomodaba en su asiento.-

— Te lo dije aquel día en la enfermería y no me creíste ¿Por qué lo harías ahora?

— Tenía esperanzas de que dijeras que no... -Esa punzada en mi pecho era cada vez más dolorosa odiaba eso, quería arrancarla.- Imagino que te burlaste por lo tonta que fuí.

— Nunca me burlaría de ti, si a esas vamos yo me llevaría la corona por el estúpido mayor por no valorarte cuando tuve la oportunidad de hacerlo. -Nuevamente volvimos a conectar miradas me sorprendió escuchar esas palabras de su boca, Draco jamás fue alguien que reconociera sus errores. -

— Yo... no sé qué decir.

— No hace falta que digas nada, yo solo necesitaba que lo supieras –Sentí como tomaba mi mano con tanta delicadeza como si un paso en falso nos pudiera alejar me sentí un poco mal al saber que en realidad era así.- Perdóname Lía, perdóname por todo lo que te hice pasar no merecías nada de eso.

— ¿Draco Malfoy se está disculpando? –Intenté bromear al menos había logrado sacarle una sonrisa.- Te perdono pero espero que entiendas que no puedo ser tu amiga al menos no por ahora.

— Me temía que dijeras eso, pero lo entiendo ¿Tal vez algún día?

— Algún día, sí. –Le sonríe mientras me ponía de pie, había curado a la Lía del pasado y eso me alegraba, me sentía más liviana. - Será mejor que vaya a buscar a Ced debe estar nervioso por la prueba.

— Claro, iré a apoyarlo también en un rato después de todo hay que animar a la escuela. –Draco también se puso de pie tomando su libro.- Gracias por todo.

— Gracias por ser honesto. –Le sonreí una última vez antes de irme y dejarlo atrás.- 

The Secret || Tom Riddle Donde viven las historias. Descúbrelo ahora