Lía
Caminamos por algunos minutos durante el trayecto ninguno de los dos dijo nada, sin embargo no era un silencio incomodo al contrario, aunque Tom se acomodaba la manga de su camisa intentando ocultar su nerviosismo cada cinco segundos. ¿Será qué si sabía lo de Harry y solo esperaba el momento justo para enfrentarme? Mi cabeza volvió a dar mil vueltas con el tema, me lo merecía, merecía que me llamara traidora o algo peor ya no podía con la culpa.
— Muy bien, llegamos. –Dijiste trayéndome de vuelta a la realidad.-
Quedé totalmente sin habla al ver el lugar, había una carpa blanca de seda en forma de casita, con cojines rojos alrededor de una pequeña mesa con una pila de libros y un pastel blanco de corazón, un camino con pétalos de rosa nos hacía un camino iluminado de velas aromáticas era realmente precioso.
— Te confieso lo nervioso que estaba, no sabía si vendrías o no. –Tomaste mi mano y supe que estaba perdida. -
— Es hermoso Tommy. –Mis ojos se encontraron con los tuyos y las dudas que antes me atormentaban de repente no importaron más. - Pero después de cómo te trate estos días, no merezco todo esto.
— Lía mereces esto y más. –Tomaste mi barbilla levantando delicadamente mi mentón, nuestros ojos volvieron a conectar. - Sé que has tenido experiencias malas y créeme que no está en mis planes ser una de ellas.
Parados ahí bajo la luz de la luna recién salida, con la hermosa sorpresa que habías preparado, mientras sostenías mi muñeca como si fuera un pequeño pedazo de vidrio apunto de quebrarse mi juicio me abandonó por completo, no podías ser el terrible monstruo del que tanto hablaba Harry.
— Lía desde que tengo memoria jamás me había preocupado tanto por alguien, nunca me había interesado alguien que no fuera yo, odiaba el hecho de aceptar que habías llegado a acabar con toda mi paz.
— Lo siento... -¿En verdad me había disculpado? Sentí mis mejillas arder al instante por mi ridícula respuesta. Mi corazón latía al mil por hora incapaz de pronunciar alguna otra palabra por suerte.-
— Siempre me ha costado demostrar lo que siento o pienso. –Te detuviste un segundo dando un leve suspiro, nuestras manos se entrelazaron. - Pero contigo todo es tan sencillo, no tengo que fingir es verdadero solo tú has podido ver quién soy en realidad.
— Tom –Mis ojos se humedecieron, no podía aguantar más la culpa ¿Cómo me había atrevido a dudar de él? Nunca había sentido tantas emociones a la vez.-
— ¿Dije algo malo? –Tu voz se aceleró, pude sentir como tus manos se enfriaban ante mi toque.-
— No, para nada Tommy. –Me apresure a decir.- Hiciste todo perfecto... Me temo que el problema soy yo.
— Tu jamás serías un problema.
— Tengo miedo Tom, no quiero lastimarte ni salir lastimada. –Mi voz salió temblorosa, en verdad no quería arruinar nada, no contigo.-
— Nunca te haría daño de ninguna forma y sé que tú jamás me dañarías confío plenamente en ti mi querida Lía.
— ¿Pero y si lo llego a hacer?
— En ese caso eso sería un honor. –No fue hasta que sentí tu aliento chocando contra mis labios que me di cuenta lo cerca que estábamos, intenté retroceder pero mis pies no me lo permitieron. -
— No sabes lo que dices. –Murmuré. -
— Nunca estuve tan seguro de algo en toda mi vida. –Acariciaste mi cabello y me obligaste a volver a mirarte, no sé si era por la cercanía o por la poca cordura que me había abandonado pero tus ojos brillaban intensamente, al instante me perdí en ellos. - ¿Me darías el privilegio de ser más que tu amigo?
— Tommy... -Mi voz apenas audible, tu perfume embriagando cada uno de mis sentidos.-
— No tienes que contestar ahora. –Murmuraste, nuestros labios rozándose me hicieron mandar todo al demonio rompiendo la milimétrica distancia entre nosotros nuestros labios se encontraron, tomaste mi cintura y me pegaste más a ti, nuestras lenguas jugando a un ritmo que me hacía pensar que estaba en el cielo.-
— Solo para aclarar nunca regrese con Draco, jamás lo haría, no cuando me enamoré de ti. - Dije apenas nos separamos, aún sentía la sensación de tus labios sobre los míos, sonreíste mientras acariciabas mi mejilla podría acostumbrarme a sentir tu toque por siempre.-
— Lo sé linda, lo sé. -Nuestros labios volvieron a unirse en una danza en perfecta sincronía, tus brazos rodeando mi cintura y mis manos acariciando tu espalda, quería recordar este momento por siempre.-
Tom
Una calidez invadió mi cuerpo, lograste eliminar todas mis dudas, de pronto me pareció tan insignificante lo poco que sabía sobre el pasado de nuestras familias. Podía saborear el sabor a frambuesa de tus labios, aún cuando nos separamos por falta de aire la sensación de tus manos tocándome, de nuestros labios por fin juntos se quedó impregnado en mi piel. Desde el momento que te conocí supe que ibas a ser mi perdición y estaba dispuesto a aceptarlo con gusto.
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Los siguientes días fueron surreales me sentía como en un maldito cuento de hadas, como si estuviera atrapado en un sueño del cual no quisiera despertar, personas que jamás me imagine si quiera atreverme a mirar ahora me saludaban en otro tiempo habría actuado al instante ante tal falta de respeto.
No estaba acostumbrado a tener gente invadiendo mi espacio mucho menos si se trataba de mi habitación, era mi lugar más sagrado en el mundo después de nuestro pequeño cacho de bosque, pero ahora contigo aquí no se sentía como una invasión al contrario me gustaba sentir tu presencia aunque a veces fueras algo ruidosa era un ruido que disfrutaba.
— Tengo que ir a ayudar a Ced, tal vez puedas venir con nosotros me gustaría que se llevaran mejor. –Dijiste mientras te dejabas caer sobre mi regazo. -
— Sabes que no le agrado mucho cariño. –Te rodeé con mis brazos al instante, intentando fingir indiferencia en mi voz volviendo mi vista hacia el libro sobre mi escritorio que hace unos segundos fingía leer. -
— Tommy, por favor.
— No.
— Si.
— No.
— Si. –Tu rostro se hundió en mi cuello y el calor de tus labios choco con mi piel. -
— Joder, Lía. –Solté sin pensar, sabías cómo controlarme y no me molestaba en lo absoluto. -
— ¿Entonces sí?
— No te hagas la inocente no te queda.
— ¿Yo? Pero si no he hecho nada. -Acariciaste mi cuello hasta llegar a mis brazos aún con tu mirada inocente que te caracterizaba. –
— Si no te bajas ahora mismo no podrás ir a ningún lado en largo tiempo. –Tus mejillas tomaron un color rojizo y te paraste de golpe lo que me hizo reír un poco.- Pensé que te gustaba jugar así.
— ¡Tom! –Lanzaste mi abrigo a mi cara, mentiría si te digo que no disfrutaba verte así de nerviosa. -
— ¿Entonces a dónde veremos a Diggory? –Me levanté del asiento poniéndome mi abrigo para después ayudarte a hacer lo mismo.-
— Te adoro. –No puede evitar sonreír ante la sensación de tus labios en mi mejilla, si me viera ahora mismo probablemente me golpearía yo mismo por idiota.-
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•Gracias por leer, personalmente este es uno de mis caps favs.🤍
Pdt: Siento que algún día me volveré loca y publicaré toda la historia de golpe JAJAJAA.
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The Secret || Tom Riddle
Fanfiction"Te seguí hasta que todos nuestros secretos comenzaron a destruirnos y aún así entre tanta oscuridad tú seguías siendo esa luz." Lía había vivido toda su vida en Hogwarts, desconociendo por completo su pasado. Tom por otra parte había sido criado po...