The Secret || Tom Riddle

Cap.18 Estúpido Baile

Tom

El castillo estaba hecho un caos, las personas eran más insoportables que de costumbre todo por ese estúpido baile de navidad organizado por el torneo, ¿Qué tenía de especial? Jamás lo sabría, pero volvía imbécil a la gente, no podía creer que disfrutarán toda esa bola de tonterías.

— ¡Tommy! Te busque por todas partes. –Tus brazos envolvieron mi torso haciéndome olvidar de todas esas molestias al instante.-

— Bueno, me encontraste. -Te tome entre mis brazos colocandote cuidadosamente sobre mi regazo.-

— Ayudaré a Ced a invitar a Cho al baile, él pobre está muy nervioso, ¿Nos acompañas? -Rodeaste mi cuello con tus manos uniendo nuestros labios.-

— ¿Y cómo por qué haría eso? –Jugué con tu nariz molestándote un poco, al parecer ver tu cara de indignación se había vuelto uno de mis mayores gustos.-

— Para darte una idea será.

— ¿Una idea? –Te mire haciéndome el desentendido, admito que no me gustaba por dónde iba esto.-

— El baile es pronto y quiero ir Tommy, si no me invitas iré con alguien más.

— ¿Qué? –Sentí mi cuerpo tensarse al instante, no me gustaba como se sentía.-

— A menos que no aprecien su vida no creo que alguien más vaya contigo linda.

— ¡Tom! -Te quejaste intentando bajarte de mis piernas, yo te abrace más fuerte.-

— Entonces tendré que buscar un traje. -Bese tu cuello sintiendo tu cuerpo temblar, amaba el efecto que tenía en mi chica.-

— Y yo un vestido, pero seguiré esperando tu invitación formal.

— Estás abusando Lía, ya acepte ir.

— Y más te vale que sea la mejor invitación de Hogwarts. –Sonreíste, besando mi mejilla para después esconder tu rostro en mi cuello.-

— Por algo eres mía. -Disfrutaba acariciar tu espalda mientras te sentía temblar ligeramente.-

— ¿Y tú mío? -Levantaste la mirada, tus mejillas totalmente sonrojadas me hicieron sonreír completamente.-

— Veremos.

— ¿Disculpa? -Golpeaste mi cabeza mientras me veías indignada.- Ya me voy, iré a buscar a Pansy, Ced debe estar esperandonos.

— Te pertenezco, pero no lo volveré a decir. -Murmure en tu oído antes de besar tus labios nuevamente.-

Lía

— No puedo imaginarme a Tom en un baile. –Se burló Pans mientras caminábamos hasta mi habitación, Ced se había quedado con Cho por suerte le había dicho que si, estaba feliz por él. -

— ¿Por qué no? Ya quiero verlo de traje.

— ¿Y si no va?

— Él lo hará, además no quiero ir con nadie que no sea Tommy.

— Jamás te vi tan emocionada con alguien, ni con Malfoy.

— Quise mucho a Draco pero no lo sé... con Tom es diferente. –Sentí mis mejillas sonrojar como cada vez que hablaba de ti, cuando menos me di cuenta había chocado con alguien.-

— Lo lamento, venía algo distraída. –Dije ayudando a recoger los libros de Astoria.-

— Y por distraída se refiere a "Venía muy ocupada pensando en Tom con traje como para prestarle atención a mi mejor amiga y por donde ponía la pata."

— ¡Pans!

— Debí tener más cuidado, descuida. –Respondió Astoria soltando una carcajada mientras nos poníamos de pie.- Me da gusto verte tan contenta.

— Gracias, ¿Qué hay de ti? Te ves más feliz también.

— Es que a Tori le pico un bichito llamado... –Cantó mi amiga poniéndose en medio de nosotras tomándonos de los brazos mientras caminábamos.-

— ¡No es verdad! –Interrumpió Astoria de golpe, mientras sus mejillas tomaban un color rojizo, Pans y yo solo reímos.- Voy a matar a Daphne, él es solo mi amigo.

— Teníamos que hablar de algo mientras estudiábamos.

— ¿Y tenía que ser de mí?

— Bienvenida al club. –Reí negando con la cabeza.- Ya le tocara a Pans ser molestada.

— Lo esperaré con ansias. –Suspiro Astoria mientras reía rindiendose.- Las dejo, mi hermana debe estar esperándome me dio gusto verlas chicas.

Tom

Había pasado toda la maldita noche pensando como invitarte a ese estúpido baile, cada idea era más absurda que la anterior, al final te sorprendería en nuestro pequeño lugar en el bosque con un arpa tocando tu melodía favorita, tus flores preferidas, nunca me imaginé desvelarme subrayando frases de un libro tan... tan tú, pero imaginarme tu sonrisa al final de la noche hacía que cada segundo valiera la pena. Me habías hechizado en todas las formas posibles, en verdad te pertenecía ahora lo entendía.