The Secret || Tom Riddle

Cap. 15 El misterio de Pansy.

Lía

Ced y yo nos encontrábamos en el patio trasero del castillo pensando que hacer con el huevo de la prueba anterior, odiaba la idea de pensar en lo que seguía, pero al menos así mantenía mi mente distraída y lejos de Tom.

— ¡Bonita! Qué bueno que te encuentro. –Se acercó corriendo Pans hasta llegar a nosotros.-

— ¿Pasa algo? Siéntate con nosotros. –Pansy había tenido un pequeño gusto por Cedric el año pasado, aunque le había durado muy poco y la única que se enteró fuí yo ahora evitaba estar mucho tiempo con él. –

— En realidad, necesito tu ayuda con algo personal.

— Claro. –La miré aguantando una risita que la delatará, una parte de mí no le creía la conocía bastante bien.- Termino de ver algo con Ced y voy.

— Es urgente Lía. –No fue hasta que escuche su voz nerviosa que supe que algo pasaba.-

— Ve, yo termino esto. –Tan pronto como Cedric dijo eso Pansy me levantó y prácticamente me llevo a rastras por todo el castillo.-

— Te pondré esto solo será un segundo. –Dijo Pans deteniéndose de golpe y sacando un pañuelo de su pequeño bolso.-

— ¿Qué? –En verdad estaba confundida ¿Mi mejor amiga me intentaba raptar o algo parecido? Reí ante la idea mientras sentía como ella me colocaba el pañuelo en los ojos con cuidado.-

— Muy bien, ¿Cuántos dedos vez?

— Treinta y siete. –Conteste totalmente convencida.-

— ¡Lía! Es en serio.

— No veo ninguno porque tengo esto atado a los ojos. –Solté una carcajada ante la voz indignada de mi amiga.-

— Salta en tu lugar para ver si no se cae el pañuelo.

— ¿Qué? Pans te quiero pero no voy a saltar. -Estire mis manos intentando buscarla sin éxito alguno.-

— Solo salta Lía, por favor por mí. -Deje salir un largo suspiro y comencé a saltar en mi lugar con la esperanza de no enredarme con mis pies y caer al suelo.-

— ¡Está perfecto! Ya me lo agradecerás. -Palmeo sus manos emocionada, no me cabía la menor duda de que mi mejor amiga había perdido totalmente la cabeza.-

— Lo dudo. -Solte divertida intentando relajarme un poco.-

— Bien, ahora deja que te guíe prometo que no te estrellaras contra un árbol.

— Dijiste que iríamos a la biblioteca estoy segura que esto no es la biblioteca. –Proteste después de un rato caminando, en realidad no era mucho pero con los ojos vendados para mí era una eternidad.-

— Estás segura aquí bonita. –Me detuvo alisando mi cabello, sentí como sus dedos colocaban un poco de labial con aroma a frambuesa en mis labios.- ¿Pans que sucede?

— Confía en mí. -¿Una fiesta sorpresa? No faltaba mucho para mi cumpleaños, ¿Una broma de ella y Ced? No era posible los habría descubierto, ¿Me vendería por unos galeones y después iría a mi rescate? Probablemente. - Escucha, me iré un segundo no te quites la venda por nada del mundo ¿Si?

— Pans me estas asustando.

— Solo confía en mi ¿Si? –Besó mi frente y después de acomodar mi cabello por última vez todo se quedó en silencio, a pesar de eso no me moví el sonido de unos cuantos grillos y los pájaros inundaron mis oídos así fue durante algunos minutos hasta que volví a escuchar pasos. - Pansy que bueno que volviste ¿Dónde estamos? ¿Puedo quitarme esto ya? –No obtuve respuesta alguna, el pañuelo comenzó a abandonar mis ojos poco a poco hasta que la luz del atardecer golpeo mi cara, tarde unos segundos en acostumbrarme a la luz de nuevo.-

— Si, puedes. -Mi respiración se cortó al escuchar esa voz tan cerca, tu voz.-

— ¿To...Tom? –Estabas ahí, frente a mí con una sonrisa en tus labios mirándome fijamente.-

— Se lo que estás pensando.

— ¿Lo... lo sabes? –Tan pronto como logré hablar me arrepentí, claro que no lo sabía cómo podría saberlo mi cabeza no pensaba con claridad.-

— No soy tonto Lía. –Me miraste a los ojos y mi alma abandono mi cuerpo. - Es la razón por la que has estado tan rara conmigo estos días.

— No entiendo. - ¿Cómo se había enterado? ¿Nos habrá visto en la biblioteca? Todo mi cuerpo se puso frio, incapaz de moverme o de pronunciar algo.- ¿Me odias? –Logre decir más para mí misma que para él. -

— ¿Cómo podría odiarte por pensar eso? –Yo lo haría, más bien ya lo hago una parte de mi lo hace desde que acepte ayudar a Harry.-

— Tom, yo... en verdad no.

— Lamento mucho si alguna vez te di alguna mala señal. –Estaba perpleja ante sus palabras, ¿Era un truco para que su padre me matara y después fuera por Harry sin ningún impedimento? - De que no me interesaba nada serio. –Un segundo ¿Qué habías dicho?. -

— Tom creo que estas conf...

— Desde que te conocí lo único que he querido es verte feliz. –Odiaba no poder confiar en tus palabras, no poder confiar plenamente en ti. - Me harías la persona más afortunada si me acompañas a un lugar, ¿Qué dices?