La persona que le dijo que el parto sería una sensación hermosa y tranquila, que se pegará un tiro en la cabeza, Ran no estaba sintiendo nada de eso.
Sentía un terrible dolor en sus caderas y su espalda baja, quería gritar cada vez que le decían que pujara, además de maldecir a Sanzu por lo que estaba pasando.
En su puta vida volvía a quedar embarazado, su hija no tendría hermanos.
.- Ran, deberías calmarte.- Fueron las palabras de su hermano menor que estaba con ellos.
.- ¡¿Cómo mierda me calmó, Rindou?!-. Grito desesperado con lágrimas cayendo de sus ojos amatistas. Su bebé literalmente estaba saliendo lentamente y pujar era la cosa más dolorosa del mundo en estos momentos.- ¡Duele demasiado!
.- Ni cuando te dispararon te quejaste tanto.- Murmuró Haruchiyo dejando que su Omega apretara su mano, que más bien parecía como si quisiera arrancársela o partirsela. Incluso lo había mordido y arañado.
.- ¡Tal vez porque en ese momento no estaba sacando un bebé del tamaño de una sandia de mi!-. Quería golpear a Sanzu, pero en estos no podía, así que a medida de que venía otra fuerte contracción y le gritaban que pujara, mordió con fuerza al pelirosa quien casi grita.
Rindou veía todo eso con una mueca en su rostro, agradecía enormemente ser un Alfa, aunque se lamentaba demasiado por su hermano mayor. Su mano acariciaba su muslo intentando no ver el mismo lugar donde estaban viendo los médicos.
Esto sería complicado.
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Luego de que lo fueron tres largas horas de trabajo de parto, se podría decir que tres horas llenas de gritos, rasguños, maldiciones y mordiscos, hasta que por fin nació la pequeña cachorrita de Sanzu y Ran.
Akashi Rei.
El pelirosa no cabía en su dicha, oficialmente era papá, tenía en sus brazos a su fresita. Era tan linda, pequeña, su cabellito era blanco como el suyo y cuando medio abría sus ojos, estos eran de un azul también igual a los suyos.
Se enamoro por segunda vez.
Tuvo el honor de ser quien cortara el cordón umbilical y de limpiar a su pequeña, para proceder a dársela a Ran quien estaba descansando. Lo ayudo a acomodarse para con cuidado poder entregársela.
.- Mira cariño, nuestra fresita.- Dijo acariciando la mejillita de su bebé, quien tomó entre sus pequeñas manitas uno de los dedos de Ran. La cara de su esposo decía muchas cosas.- ¿Qué sucede?
.- Cargue con ella en mi vientre durante nueve meses.- Dijo sin apartar sus ojos de la bebé.- Sufrí los peores dolores de mi vida por tres horas.- Seguía jugando con las manitas que agarraban su dedo.- ¿Para hacerte una fotocopia?
El Haitani menor quien había estado arreglando el bolso de su hermano mayor, se acercó para mirar a su sobrina quien efectivamente era la copia de Sanzu: Albina, ojos azules y su cara era igual a la de Sanzu.- Mi hermano solo puso el vientre.
.- Tiene tu nariz.- Intentó tranquilizar el pelirosa con una sonrisa.
.- Mi nariz, ¿Y lo demás qué?-. Soltó como una risa el Omega, a pesar de quejarse, era su bebé, claramente la iba a amar y más porque se parecía a su esposo, a quien fue el amor de su vida por tanto tiempo y su Alfa.
.- Lo demás está bien, es preciosa.- Se encogió de hombros restandole importancia tocando su pequeña nariz y cada pequeño dedito de sus piecitos.- ¿Qué te parece si tenemos otro?
.- ¡No!
Sería una gran travesía de ahora en adelante.
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#. Tres en uno y aun así me salió corto, perdónenme, no tenía imaginación para este punto y no se me ocurría nada. Estuve una semana entera viendo vídeos de partos, leyendo libros y no se me vino como narrar uno... Perdón por la tremenda decepción, intentaré traerles algo mejor en los próximos capítulos.
