Capítulo 6. "14 días"

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Desperté, tardo en darme cuenta que estoy en el hospital.

Veía todo borroso, no lograba distinguir nada a mí alrededor, solo escuché la voz de él.

-Despertaste.- dijo Alex.

-¿Qué pasó?- todo me era confuso.

-¿No recuerdas nada?- me preguntó extrañado.

-Solo recuerdo aquella herida en mi estómago.- le digo mientras llevo mi mano a mi abdomen para tratar de encontrarla, pero estaba cubierta por un par de vendas.

-Estaba muy preocupado tontito.- me dijo con una sonrisa en su rostro.

-No tienes por que amor, no fue nada grave.- le pongo una mirada algo pesada.

-Pero... ¿Y si hubiera sido grave?, no necesito perderte para saber que eres lo único que tengo.-

Llega el doctor y dice que le da gusto que esté mejor, que la herida no fue tan profunda, pero que debía reposar al menos una semana para que sanara completamente.

Recordé que en una semana, exactamente el 21 íbamos a ir Alex y yo a un concierto por la tarde de una de nuestras bandas favoritas, al parecer él también.

Negaba con la cabeza, creo que pensaba en lo mismo que yo.

-No te preocupes por eso ahora.- me tomó de la mano y me dejó un beso en la mejilla antes de marcharse.

Entraron mis papás y platicaron con el doctor, yo no escuché nada.

Estaba pensando en cómo podía ser tan feliz con él, me ayudo a superar mi pasado.

Él era quien me alegraba cada día con un mensaje, lo veía sonreír y sonreía más yo, era casi perfecto, me daba miedo perderlo.

Llegamos a casa y mis papás me ayudaron a llegar a mi cuarto.

Era poco el dolor que sentía, me dejaron descansar unas horas y entraron, se sentaron en mi cama y como lo supuse, iba a haber un plática.

Terminaron de decirme todo lo que querían y me acosté a dormir.

Al día siguiente mi mamá se estaba comportando de una manera extraña, no sabía si era por lo sucedido con mi abuelo, pero se portaba más exigente y distante.

En el transcurso de la semana me hizo pensar que ya no existía para ella, no me dirigía la palabra.

-¡Mamá!- le grité para que me pusiera un poco de atención.

Me ignoró, es como si me odiara.

Me pregunté qué había pasado con ella que se porta de esta manera conmigo.

-No quiero ser su madre.- escuché tras la puerta del cuarto de mis padres.

Un corazón en peligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora