Capítulo 7. "Otra perspectiva"

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La semana había sido un poco larga, ya se acercaba la entrada a clases.

Iba a entrar a la universidad, era un gran cambio, lo bueno que decidí estudiar en una universidad local, no quería separarme tanto de Alex, ni de mis amigos, o de mi familia.

Pienso que han sido una de las mejores vacaciones, excepto por las últimas semanas que han sido muy pesadas para mí, la muerte de mi abuelo y aquel accidente en mi casa.

Pensé que no podría sobrellevar lo primero y que no sobreviviría a lo segundo, luego me puse a pensar que ahí estaba él.

Siempre ha estado para mí, lo quiero demasiado maldición, nunca pensé estar así por alguien, no después de lo que sucedió con aquel chico.

Es un completo imbécil, no puedo creer que estuve loco por él, y él aseguraba estarlo por mi.

Le creía hasta que me engañó, es un idiota pensé, no quería que ha nadie más le hiciera el daño que me hizo a mí.

En fin, él ya es parte del pasado y ahora estoy feliz con Alex.

Creo que debo ir a dormir, pensé mientras miraba la hora, la una de la mañana, ya es tarde y mañana tengo que ir al concierto con Alex, hace una semana que no lo veo.

No puedo dormir, son ya las tres de la mañana, no puedo creer que se hayan pasado al rededor de dos horas.

No sentí el tiempo mientras pensaba en él, sus ojos, su sonrisa, su aroma, sus labios, sus besos, sus abrazos, todo él.

No sabía donde me encontraba.

Era como si estuviera en una caja de cristal, toqué todo a mi alrededor y era como una pared transparente, estaba atrapado.

Todo el exterior estaba blanco, había una persona a lo lejos, no logro distinguirla. Soy yo, me digo un poco sorprendido, luzco un poco desesperado ¿no?

Veo que estoy volteando a todas partes como si buscara algo o a alguien, ahí está una persona detrás de mí.

No puedo creerlo, es Alex, y está levantando el brazo, parece que me dijo algo, pero no logro escuchar que dijo desde este sitio.

Espera esto lo recuerdo, es ese sueño.

Se escucha una voz grave diciendo mi nombre.

-¡Alto!- grito con todas mis fuerzas para que pueda escucharme.

-¡No voltees! ¡No!- repito una y otra vez mientras golpeo este cristal que me tiene atrapado.

-¡Él se irá, no voltees!- digo mientras me exalto y me pongo más nervioso y preocupado.

Veo que volteo hacia atrás y me doy cuenta que no hay nadie, se comienza a alejar Alex.

-¡Voltea!- me grito a mí mismo con todas mis fuerzas.

Comienzo a llorar, se cómo terminará éste sueño, trato de calmarme ya que sé que no es algo real, pero me vuelvo a alterar cuando veo que corro detrás de él.

-¡No dejes que se vaya hacia esa luz, ya no lo verás!-

Observo que que todo se está poniendo obscuro mientras más me acerco a él.

¡El piso!, recuerdo de manera inmediata.

-¡No lo toques!- me digo a mí mismo, somo si me fuera a escuchar pensé.

Estaba sucediendo de nuevo aquel sueño, pero ahora puedo observarlo, ¿podré hacer algo para cambiar el final?, me pregunté.

Pienso cualquier manera de poder salir de este cristal, lo golpeo con todas mis fuerzas pero no le pasa nada al maldito vidrio, estoy desesperado, me fijo que estoy a nada de tocarle el hombro.

Todo esta obscuro, estoy cayendo y no puedo hacer nada para detener este sueño.

-¡Maldita sea!- grito con las fuerzas que me quedan, no dejo de golpear y patear el cristal.

Veo que estoy a punto de chocar contra el piso, pero se que no sentiré dolor porque despertaré así que no me preocupo tanto, el sueño habrá acabado dentro de poco.

Siento un dolor extremo, me derriba y caigo contra el cristal de abajo con fuerza, me doy cuenta ya había chocado contra el suelo pero desaparecí.

Sólo estaba retorciéndome del dolor en esa caja de cristal, es real este dolor, no sólo el de mi espalda sino el de mi corazón por dejarlo ir.

Siento que ya se fue y nunca volverá, lo perdí.

Cierro mis ojos con fuerza, los abro y estoy en mi habitación.

Un corazón en peligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora