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Extra

El tiempo pasa rápido ¿verdad? Porque la familia Jeon ya era una realidad aunque tuvieran veinticinco y veinticuatro años, ¡claro! Su familia eran solo ellos dos y los preciosos animales que ahora tenían en su ostentosa granja.

Jungkook, vaya, aquel tierno chico ahora era todo lo contrario, uno de sus brazos estaba lleno de tatuajes; amaba el ejercicio y era casi el doble de grande que antes, también había que admitir que poseía un pecho que Kim adoraba, o mejor dicho Jeon Taehyung.

Para él es divertido ver cómo su amado pelinegro se hace el fuerte pero siempre que se realiza un nuevo tatuaje llora y le pide al menos dos besos para continuar con la sesión. El menor seguía teniendo esa alma pura y joven de cuando se conocieron, su esposo seguía siendo ese mismo que tenía la mitad de las cosas de su hogar con forma de animalitos.

Porque Jungkook seguía con su pijama de abejita y sus pantuflas de conejo a pesar del paso del tiempo.

Taehyung ahora era rubio, lo único que había cambiado era su físico porque seguía siendo el mismo chico lleno de berrinches que alguna vez tuvo diecisiete.

Ahora ambos eran dueños de casi diez terrenos alrededor y fuera de allí, así que sí, eran millonarios.

Jeon fue un exitoso estudiante de veterinaria y Kim de administración, logrando así ser la dupla perfecta, solo ellos dos siendo el uno para el otro.

—Tus padres te trajeron esto —Taehyung dejó un pastel de chocolate sobre el gran mesón de la cocina y se giró para ver a su esposo.

Se sonrojó, siempre lo hacía cuando lo veía sin camisa, le parecía divertido porque ahora daba un aura mucho más ruda pero seguía siendo igual de tierno y mimado que la primera vez.

—¡Pastel! —dijo emocionado mientras tomaba una cuchara y se llevaba un gran pedazo a la boca—. Ah de verdad que papá Jimin hace los mejores pasteles de todo Italia.

La tartamudez había mejorado casi un sesenta por ciento, todo gracias a todas las terapias que había tenido con el pasar de los años.

Por otro lado el quedarse en Italia con Jeon fue lo mejor que pudo hacer, no le importó estudiar desde casa, no le importaron todas las noches que pasó molesto porque la señal de internet no funcionaba, nada de eso era relevante si estaba con su amado Jungkook.

Y como la cereza del pastel sus padres al final del día lo aceptaron lo suficiente como para ir a su boda y beber hasta el cansancio.

Ahora vivían al lado de Jin y Namjoon, enfrente vivía Hoseok con su novio y del costado seguía estando Yoongi con Jimin; se reunían casi todos los días para pasar tiempo en familia, de igual forma se ayudaban con sus granjas y ganado.

Era la vida que todos siempre desearon, rodeados de las personas que realmente amaban estando fuera de la estruendosa ciudad, solo ellos viviendo un día a la vez sin importar la razón.

—Tus padres son los mejores —respondió sonriendo mientras tomaba un poco de agua fría y miraba el centro de mesa, eran ellos dos cuando Jeon aún mantenía su curioso cabello violeta y a un lado estaba la primera carta que le dio el chico cuando se quiso disculpar por no presentarse correctamente.

—Tú también eres el mejor chiquito mío —le sonrió haciendo que el mayor se sonrojara.

—La conversación no es sobre mí kookie —dijo rodando los ojos.

—Bueno, yo si-siempre quiero hablar de ti —le lanzó un beso al aire y Kim fingió atraparlo.

—Auch, no hagas eso taekook —de repente se quejó al sentir unos picotazos en su tobillo por parte de la preciosa gallina que su esposo le regaló cuando eran jóvenes.

—Dale a-atención a nuestra hija TaeTae, t-te necesita al igual que yo —hizo un exagerado puchero haciendo a Taehyung sonreír.

—¿Qué dirán los demás si se dan cuenta que solo eres rudo físicamente? Eres como una bolita de arroz que necesita cariño siempre.

—Realmente soy una bo-bolita de arroz domesticada que quiere tu amor, encantador ¿verdad?

—Tonto —murmuró besando los labios de su esposo disfrutando el dulce sabor del chocolate—. Te amo amor mío, mi preciado granjerito.

—Granjerito y excelente veterinario —murmuró riendo—. Y yo te amo mi preciado Jeon Taehyung.

Su amor florecería y perduraría hasta el último de sus días y hasta el último canto de las gallinas.

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Es cortito pero era para darle un final más lindo después de todo, muchas gracias por cada uno de sus votos y comentarios, me hicieron realmente feliz todo este tiempo. <3

¡Ven aquí granjero! ; taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora