Severus.
La lluvia se pone pesada.
La tensión es palpable. Pero poco o nada le interesa.
Su libro es más interesante.
Debe hallar la cura y la causa de la epidemia, es su deber, su oportunidad para dar un gran salto en su carrera.
Llega el transporte que los llevará al poblado, squibs o muggles, no importa mientras sean capaces de llevarlo a su destino.
— Justo a tiempo —, aunque no es notorio, lo dice con alivio.
Ve al de rizos dudar en si subir o no, lo irrita.
— Sube o te dejarán.
Lo ve subirse y el no ver su rostro lo tranquiliza, no puede verlo sin sentir ganas de ahorcarlo.
Lo hubiera dejado, pero no le daría el gusto de salirse con la suya. Ambos sufrirían, ya está decidido
Todo es culpa de Sirius Black. Absolutamente todo.
Dos años y tres meses antes.
Es un gran día. El Ministerio de Magia de Francia ha decidido otorgarle una medalla de reconocimiento por haber hallado la cura para una enfermedad muggle qué logró colarse en el mundo mágico.
Esta encantado.
Sus padres también lo están.
Puede verlos en primera fila mientras el ministro le coloca la medalla, se siente pleno. Puede ver también a Fleamont Potter y a Bastian Arnaud, sus maestros, ambos lo ven con orgullo.
Si, definitivamente se siente pleno.
La ceremonia ha concluido.
Se encuentra en una amena charla con sus maestros y de mal cuarto esta James Potter, el hijo de su maestro de pociones.
Desde que conoció a ambos Potter se hace la misma pregunta. ¿Cómo es que Fleamont tuvo a esa cosa como hijo? James Potter no es santo de su devoción, es más, le desagrada de sobremanera.
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Vuelve a mirarme, por favor. ⠸𝔰𝔫𝔦𝔯𝔦𝔲𝔰 / 𝔰𝔫𝔞𝔠𝔨
Fanfiction🔗 ↳ Sirius no estaba enamorado. Severus si lo estaba. Sirius se enamoró y, en el camino lastimó a Severus y así mismo. Severus debe cumplir su labor como medimago y pocionista. Sirius se ve obligado a acompañarl...