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↳ Sirius no estaba enamorado. Severus si lo
estaba.
Sirius se enamoró y, en el camino lastimó a
Severus y así mismo.
Severus debe cumplir su labor como
medimago y pocionista. Sirius se ve
obligado a acompañarl...
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Severus.
Al igual que Sirius, Severus puede recordar vividamente la salida a la floristeria, claro que su recuerdo se basa en plantas y datos de ellas.
Fue divertido y por más que intentó suprimir su sorpresa, se vio impresionado, en Francia habían cosas de ese tipo pero no a tal magnitud.
Deseaba quedarse más tiempo, visitar lugares nuevos d ela ciudad y pasar más tiempo con Sirius, deseaba seguir viendo sus hermosos ojos grises como la plata, seguir oyendo si escandalosa risa y seguir caminando junto a él, lado a lado.
Para Severus, Sirius era como lo indicaba su nombre, una estrella.
Es así, que cuando sus padres le informaron que Francia esperaba por ellos, tuvo la sensación de que su corazón había caído directamente a su estómago. Rogó por permanecer un poco más en Londres, pero no lo dejaron, debían volver.
A regañadientes empacó y antes de partir, tomó la iniciativa de ir a la casa Black y despedirse. Nada especial ni nada íntimo como habría querido, pero se despidió de Sirius y eso era lo importante.
En algún momento creyó que no volvería a saber de Sirius, entonces, se decidió por escribirle una carta, no quería perder contacto con él. En su habitación se debatía sobre cómo empezar la carta, cuando de pronto una lechuza tocaba su ventana, ansiosa por entrar.
Sin dudar recibió a la lechuza, tomó la carta que trai consigo y la dejó descansar; grande y grata fue su sorpresa cuando vio que el remitente de la carta era nada más y nada menos que Sirius Black, aquél joven que había tomado control de muchos de sus pensamientos.
"Prince.
Espero esta carta te encuentre bien.
Dudé mucho en enviar una carta, pero admitiré qué pase un buen rato contigo, así que no me gustaría perder esta amistad que estamos formando.
Así que espero puedas responder mi carta, así sabré que también quieres seguir siendo amigo mio.
Pd: Qué sea nuestro secreto, no deseo que mi familia se involucre y malinterprete todo.
Atte: S. B."
Bien, eran amigos.
No es como so hubiera esperado una carta que dijera que lo amaba y que volviera a Londres para casarse, eso sería extramadamente ridículo.
— Yo sé que ese tipo cosas no pasan, pero sería divertido que pasara —, suspiró —, necesito una vida romantica más emocionante, con más drama y esas cosas.
Pronto, una carta de respuesta fue enviada, no sin antes atender bien a la lechuza, la pobre tenía cara de querer morir.
Las cartas se hicieron casi diarias, siempre con cosas que contar o presumir ante el otro. Severus le contó sobre Lily y su próximo compromiso, estaba emocionado por ella y compartió su sentir con Sirius.
