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Nabi

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Nabi.

Ya estaba por terminar el turno de la mañana para dar paso al horario de colación, por lo que miraba el reloj con impaciencia, contando los segundos que pasaban, mientras los clientes devoraban gustosos nuestros productos y bebían de manera delicada los cafés que habíamos preparado con Bora.

El flujo de clientes se había enlentecido al estar el horario de almuerzo cerca, por lo que no teníamos mucho que hacer, además de retirar ya los platos vacíos de las mesas y llevar el total de lo consumido para recibir el pago por parte de los comensales.

Bora suspiró sonoramente a mi lado y la miré.

—¿Todo bien? —le pregunté al notar que ella no comenzaría la conversación.

—Sí, sólo no he dormido mucho durante estos días —se encogió de hombros y me miró—. ¿Y tú? ¿Algo nuevo para contar?

Me mordí levemente la lengua, planteándome si era buena idea comentarle lo de la noche anterior y ser bombardeada de preguntas que lograrían ponerme incómoda. Sin embargo, al ser mi mejor amiga, poco me importó aquella situación, ya que estaba bastante acostumbrada a eso gracias a todos los años juntas.

—Anoche hablé con alguien —confesé, desviando mi mirada a una pareja de jóvenes que conversaban con entusiasmo.

Pude notar la expresión de Bora por el rabillo de mi ojo cercano a ella y no tardé en sentir mis mejillas acaloradas a causa de la vergüenza. Sentí la necesidad de esconderme y tragué saliva para quitar aquella percepción de mi cuerpo.

—No te creo —terminó por decir y me volví a girar para mirar su rostro.

—¿Qué? ¿Por qué no? —pregunté indignada.

—Pues porque te llevo insistiendo desde hace mucho tiempo y puede que ahora sólo me lo hayas dicho para que deje de decírtelo. Sé que nunca lo harás.

Con mi orgullo levemente herido, saqué mi móvil con brusquedad del bolsillo de mi medio mandil y lo desbloqueé con prisa. Abrí la aplicación de Kakao y toqué en mi chat más reciente. Tecleé unos mensajes de manera rápida y lo volví a bloquear, aún sujetándolo entre mis manos y rogando para que Hyuno estuviera desocupado para responderme a la brevedad.

—¿Qué haces? —Bora parecía desconcertada a causa de mis acciones.

Sonreí triunfante en cuanto el sonido de varias notificaciones entrantes llenaron el tenso ambiente que habíamos creado. Volví a ingresar a la aplicación de mensajería y, tras verificar las respuestas, puse mi móvil frente al rostro de mi amiga, esperando su reacción.

Posible psicópata ㅠ.ㅠ

hyuno, buenos días

ya almorzaste??

12:15

Nabi, ya son buenas tardes

Son más de las 12:00

En eso estoy, ¿y tú?

12:17

Bora soltó una risa tímida mientras abría la reciente foto que me había llegado, en donde se veía el delicioso plato de samgyetang que estaba comiendo Hyuno en ese mismo momento.

Bora soltó una risa tímida mientras abría la reciente foto que me había llegado, en donde se veía el delicioso plato de samgyetang que estaba comiendo Hyuno en ese mismo momento

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Movió sus labios repetidas veces, sin emitir sonido alguno, hasta que pudo formular lo que estaba pensando.

—No. Puede. Ser.

cool with you ; j. yunhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora