Nabi.
La habitación estaba con las luces encendidas, pero eran tan tenues que prácticamente estábamos a oscuras con Yunho. Lo único que se escuchaba era el sonido de nuestras respiraciones y los ronroneos que producía nuestro gato Hyuno —sí, habíamos decidido llamarlo de ese modo para dejar inmortalizada la mentira de mi novio—, a causa de las caricias que ambos le propiciábamos sobre la cama.
A pesar de que la noche era mi momento favorito, porque significaba que Yunho y yo nos reuníamos en nuestro departamento, no me sentía feliz como siempre y aquella sensación sólo me desmotivaba aún más. El origen no era tan complejo, al contrario, lo tenía presente en mi mente desde hace un mes, pero jamás pensé que el día llegaría tan pronto.
—Eres consciente de lo mucho que te amo, ¿no? —habló él, como si en estos largos seis años hubiera aprendido a leer mi mente.
Con un suave murmullo desde mi garganta afirmé su pregunta, incapaz de hablar porque, si lo hacía, terminaría llorando y preocupando a Jeong más de lo que ya estaba. Sinceramente, estábamos en el momento más complejo de nuestra relación y no sabía cómo lograríamos llevarla a flote, era una nueva etapa en nuestras vidas y aquello me ponía más ansiosa de lo normal.
—Tu cabeza está yendo a mil por hora —Yunho se recostó de lado y no tardé en sentir su mirada sobre mí—. ¿Qué sucede, Nabillera?
—No preguntes como si no lo supieras ya —contesté bajo, incapaz de levantar mi voz, esperando que lograra escucharme a causa del silencio que nos rodeaba. Seúl parecía estar durmiendo o muerta, casi como yo.
—Creo que te estás guardando muchas cosas —con cuidado de no molestar a Hyuno, que ya estaba durmiendo plácidamente, el pelinegro me abrazó por mis hombros, convirtiendo nuestra lejanía en algo inexistente. Su aroma tan característico inundó todos mis sentidos y el nudo en mi garganta se tensionó—. ¿Desde cuándo me ocultas tus emociones, amor?
Apoyé mi cabeza en su pecho, volviendo a recordar que ese era mi lugar favorito en cuanto lo descubrí. En ocasiones, cuando me encuentro observando a Yunho realizando sus actividades cotidianas, me pregunto cómo pasé tantos años sin tenerlo en mi vida. Actualmente era consciente de que podría enfrentarme sola contra la vida, gracias a mi psicóloga, pero yo ya no deseaba hacerlo sin él.
—No sé si... —mi voz se quebró y cerré los ojos al sentir de inmediato que las lágrimas amenazaban con mojar la camiseta de Yunho. Escondí mi rostro y suspiré, tratando de expulsar todas las sensaciones de angustia que estaban recorriendo mi cuerpo, pero no lo logré en lo absoluto.
Yunho me cobijó entre sus brazos y con una de sus manos comenzó a acariciar mi cabello, el cual estaba más largo de lo normal. Desde que supimos la noticia, había decidido no cortarlo hasta tenerlo a él de regreso conmigo.
—Los dos años pasarán rápido, más de lo que esperamos —me aseguró, pero se me dificultó creerle, porque yo ya lo extrañaba, yo ya sentía su partida.
—No tienes idea de lo que hablas, Yunho. —Con mis manos busqué el borde de su camiseta, a la cual me aferré como si de aquello dependiera mi vida—. Ya te echo de menos, como cuando te ibas de tour y estábamos a más de treinta horas de distancia.
—Pero ahora no estaré fuera del país —a pesar de no ser capaz de observarlo, sabía que tenía aquella sonrisa perruna en sus labios—. Estaremos cerca, sólo que ya no dormiré con...
—Te extrañaré mucho, Yunho —impedí que terminara de hablar, desesperada por sacar aquellas palabras de mi boca. Mis mejillas ya se encontraban completamente húmedas y los pulgares de Yunho fracasaban en intentar secarlas. Mi garganta dejó escapar leves gimoteos y me encontraba en una situación incapaz de controlarlos.
¿Cómo iba a ser posible estar dos años sin su presencia constante? Desde que apareció en mi vida todo se sentía como un cuento de hadas y no quería que se acabara. No todavía.
—No es un adiós, Nabi, sólo un hasta pronto, ¿por qué siento que crees que de algún u otro modo vamos a terminar? —Los dedos de Yunho me alzaron por el mentón y mis ojos no lograban enfocarlo con claridad, ¿tanto había llorado?
—¿No es lo que sucederá?
—Claro que no, ¿de dónde apareció todo este miedo? En estos seis años me he esforzado en amarte y en entregarte mi mayor cantidad de tiempo dentro de lo posible, nuestra relación se hizo pública recién hace unas semanas con mi anuncio del enlistamiento, pero créeme que me hubiera gustado haberlo hecho desde que te pedí ser mi novia —sus palabras se escucharon arremolinadas en mis oídos por la rapidez con las que fueron pronunciadas por mi novio, lo que consiguió que mi corazón se apretara al reconocer que se estaba sintiendo inseguro. Por mi culpa.
—Yuyu, por favor no, no pienses que es miedo —con esmero rompí el abrazo que mantenía Yunho sobre mi cuerpo, para luego subirme sobre su regazo y apoyar mis manos en su pecho—. Sólo estoy nerviosa, es una etapa completamente nueva en nuestras vidas.
—Siempre sufres por mi culpa —murmuró y me estremecí. Aquello era lo último que deseaba que pensara de nuestra relación—. Todo esto de ser idol... Nunca comprendí como has logrado mantenerte aún conmigo.
—¿Por qué debería ser un problema si te amo? No tiene sentido, no he tenido que aguantar nada para estar contigo, yo decidí estar junto a ti —llevé mis manos a sus mejillas y conecté mi mirada con la suya, intentando transmitirle de alguna forma todo lo que sentía por él.
Sin embargo, cerró sus ojos y con indecisión me tomó por la cintura. Tragó saliva y me quedé inmóvil, intentando no desmoronarme por lo que quisiera decir Yunho a escasos centímetros de mi rostro.
—Después de todo este dolor que estamos compartiendo, ¿te arrepientes de haberme mensajeado?
Reí leve ante su cuestionamiento.
—Jamás me arrepentiría de conocer al amor de mi vida y con quien quiero estar para siempre.
—¿Incluso después de dos años separados? —sus ojos volvieron a encontrarse con los míos y un escalofrío recorrió mi espalda. Sus dedos se aferraron a mi piel y me atrajo aún más hacia su cuerpo.
—Podría esperar por ti toda mi vida, Yunho.
Con desesperación uní mis labios con los de él en un beso hambriento, necesitado, como si no hubiera hecho esa acción hace meses, pero en realidad sucedía que jamás tenía suficiente de él. Deseaba sentir su esencia en mis venas y llevármelo conmigo a cualquier lado, incluso estando separados.
Nunca en la vida podría arrepentirme por haber hecho lo que Bora me pedía si, al final, gracias a sus insistencias, estaba experimentando la felicidad más genuina de mi vida.
Y era consciente de que todo este dolor terminaría por irse cuando volviera a tener a Yunho junto a mí.
omg cool with you acaba de terminar? pues sí.
sinceramente no tenía muy claro cómo quería que fuese el final, pero el tema del enlistamiento me causa tanta penita que fue lo que escogí, por lo que terminé escribiendo más angst que fluff de forma inconsciente, mil disculpas. 💀
infinitas gracias a todas las personitas que le dieron una oportunidad a mi historia, sinceramente comenzó como un lugar para practicar la narración en protagonista, pero terminé agarrándole mucho cariño y no puedo creer que ya no debo actualizar más. 😭
de todos modos, tengo actualmente más historias en proceso que actualizaré pronto (de verdad, jé), así que estaría muy agradecida de verlos por ahí.
un abrazo ¡! 💗
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cool with you ; j. yunho
FanficLa monótona vida de Nabi se está tornando cada vez más aburrida y esclava de la rutina, por lo que Bora, su mejor amiga, sabe que debe ayudarla para darle un toque más divertido y distinto a ésta. Bora le propone hablar con desconocidos, tal como lo...