Capítulo VII: ¿Lo planeaste todo?

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(Narra Harry)

    Caminábamos de la mano hacia el Gillray's Steakhouse & Bar, a unos minutos del London Eye, nuestros dedos entrelazados son el constante recordatorio de lo que ocurrió allá arriba hace tan solo unos minutos, no puedo creer que ella me corresponda, la mujer por la que he perdido el sueño la última semana; le dije lo que sentía, la besé y ella no me rechazó, temía tanto que lo hiciera, que pensara que era precipitado y se alejara, o peor aun, que yo simplemente no le interesara. Pero ¿por qué me afecta tanto? ¡Oh Ivette! ¿qué has hecho conmigo?

    Al llegar al restaurante di mi nombre en recepción y momentos después nos dirigieron a nuestra mesa, la había recervado con antelación ya que aquí suele ser muy concurrido, especialmente a la hora del almuerzo - reviso mi reloj y es la 1:35 de la tarde - . Al llegar a la mesa, corro la silla para que Iv tome asiento, adoro ver el leve rubor que cubre sus mejillas.

— Gracias – dice ella con una preciosa sonrisa en el rostro.

— Es un placer – digo sentándome.

— ¿Así que lo tenías todo planeado? – dijo con un tono picaresco en su voz, mientras ojeaba el menú.

— La verdad es que sí, aunque debo admitir que si me hubieras rechazado allá, no tendría ni idea de qué hacer a continuación, pero por suerte los mensajes subliminales de Stella me dieron esperanzas – digo viendo el menú fingiendo que le resto importancia, pero de reojo puedo observar como distintos tonos de rojo ruborizan su rostro.

— ¡Oh por los Dioses! Supe desde el principio que esa mujer me delataría – dice ella en medio de una adorable risa nerviosa.

    Tomo su mano por sobre la mesa y sin despegar mis ojos de su atenta mirada, deposito un tierno beso en esta. Aguardamos unos minutos en silencio mientras nos decidíamos por algo del menú.

— ¿Ya sabes que ordenarás? Creo que escogeré el fillet mignon¹ con patatas salteadas en páprika y verduras al vapor – dice Iv.

— Ídem, el fillet mignon es tentador ¿Acaso lees la mente?– ella simplemente ríe —  ¿Te apetece un Carménère para acompañarlo? –  digo sonriendo como idiota por ese extraño pensamiento que acabo de tener ¡Vamos Harry! ¿Crees que si ella leyera la mente seguiría aquí?

— El Carménerè es perfecto – dice satisfecha con la elección de vino.

    Llega el mesero y le damos nuestra orden: dos fillet mignon, el suyo a término medio, el mío bien cocido y una botella de Carménère. Las entradas son escogencia de la casa.

— ¿Una botella? / ¿término medio? – ambos hablamos al mismo tiempo, reímos y le cedo la palabra.

— ¿Planeas embriagarme, Harry? – dice ella risueña y seductoramente, como siempre — ¿Seguro que podrás conducir después? – ¿Es eso un doble sentido?

    Regresa el mesero con nuestras entradas: crema de espimaca con queso. Agradecemos y se retira.

— ¿Para qué necesitaría embriagarte, linda? – digo siguiéndole el juego — Y la tarde aún es joven ¿quién dice que nos iremos inmediatamente? – sonrío.

— No lo sé tú eres el de la mente criminal, tú dime – ríe ella — Y ¿qué tiene planeado?

— Para ambos caso: SPOILERS... – y no puedo evitar soltar una carcajada al ver su rostro lleno de frustración — Mi turno ¿Término medio, quieres morir? – digo en broma.

— ¡Oye! No moriré por comerlo a término medio, Lloyd ¡qué exagerado eres! – dice riendo — Simplemente me gusta así.

— Pero ¿y si te enfermas? – digo preocupado, esta vez sí es enserio — Podría tener bacterias.

Halfway Out Of The DarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora