(Narra Tom)
Nueve meses, nueve meses teniendo esos extraños, y aveces eróticos, sueños. Comenzaba a preocuparme por mi cordura, no había rastro de esa misteriosa chica; no he hablado con nadie al respecto, pero sentía que debía, tal vez alguien podría ayudarme -o enviarme al psiquiátrico-.
Había terminado con Loraine un mes después de comenzados los sueños, recuerdo el escándalo que armó ese día, negó todo, lloró; me sentí realmente mal, pero ya no podía seguir con ella. Probé la soltería por cuatro meses, me hizo bien descansar, el no estar en una relación. Sin embargo, a principios de abril conocí a Daisy Akerton, una actriz con delirios de grandeza, pero buena persona, de cabello castaño oscuro y ondulado, ojos cafés, de rasgos delicados; comenzamos a salir poco tiempo después de conoernos y henos aquí, tres meses después de formalizar nuestro noviazgo, me gusta, pero aún no logro sacer de mi mente a la chica de ojos violetas, la que aparece en mis sueños, nunca veo su rostro completo, solamente sus incleiles ojos, su cabello rubio cenizo con tintura celeste en las puntas o su cuerpo, en esos sueños en lo que le hago apasionadamente el amor.
Hoy estamos 21 de julio, son las vacaciones de verano, por lo que me he librado de mis estudiantes por el momento, no obstante el teatro ni descansa y aquí me encuentro, solucionando problemas de última hora; se supone que hoy iría a recibir a los nuevos estudiantes becados, las cuales comenzarían a llegar desde temprano ya que provenían de distintos lugares, pero a sabiendas de que no me libraría de este trabajo ene el teatro, opté por pedirle a un amigo que se hiciera cargo de esos chicos, río para mis adentros al recordar nuestra conversación de esta mañana:
— ¿Tom, por qué me llamas a las 7 de la mañana? ¡Más te vale que sea algo importante! – contestó irritado pero con un deje burlón en su voz.
— Sé que es temprano, lo siento Harry, sabes que no interrumpiría tu "sueño de belleza" a no ser que fuera algo importante.
— Ya, ya. Dime ¿en qué puedo ayudarte?
— Resulta que hoy llegan los estudiantes becados, algunos llegarán dentro de poco y a mí me correspondía ir a recibirlos, pero verás...
— ¿Me estás pidiendo que vaya a a hacer tu trabajo? – me interrumpe — Tom, no soy niñera...
— ¡Y ellos no son niños! – interrumpo esta vez — Harry, la mayoría están en sus veintes, vienen a llevar sus posgrados aquí. Y sí, te pido que me haga este favor por que yo debo ir al teatro a resolver unos problemas.
— De acuerdo, pero ¿no debería ir alguien de la universidad?
— Irá una profesora de arte, tal vez la conozas, al fin y al cabo Oxford es tu alma mater. Ella se encargará de los que llegarán primero, esta mañana y tú de los que llegarán después; no te darán problemas.
— Está bien ¿a qué hora y en qué aeropuerto? – contesta amablemente.
— Los vuelos llegarán a la 1 y a las 1:30 de la tarde en el Heathrow Airport. Debes ir primero a la universidad, ahí estará esperando el minibus que te llevará al aeropuerto para recoger a los estudiantes...
— Espera ¿me estás diciendo que los vuelos llegarán dentro de de seis horas? ¿para qué me despiertas a esta hora? – por un momento pensé que atravesaría la línea telefónica y me asesinaría. Reí.
— No podía correr el riesgo de que hicieras planes, además, te conozco lo suficiente para saber que si no te llamaba para despertarte, lo harías hasta medio día.
— Me las pagarás, Hiddleston. Después te haré saber cómo.
— De acuerdo, Lloyd, no te alteres – digo a modo de broma — te lo agradesco amigo, nos vemos.
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Halfway Out Of The Dark
Hayran Kurgu"Dondequiera que las personas estén, en la parte más profunda del invierno, en el punto medio exacto, todo el mundo se detiene y se da vuelta y se abraza, como si dijera, bien hecho. Bien hecho, todo el mundo. Estamos a mitad de la oscuridad." Ivett...