Wanda y Natalia habían estado acostadas durante toda la tarde. Sin mucho qué decir, prácticamente en silencio. Ni siquiera era algo incómodo, se sentía bien estar en paz solo por un momento en medio de tanto caos.
El único sonido que había era el de Natalia susurrandole a Wanda que la amaba mientras encajaba besos pequeños en su cabeza y a lo largo de su rostro.
— ¡Nat, Wanda! ¡el almuerzo está listo! — llamó Alexei desde la cocina.
Wanda gruñó sin querer levantarse.
— Quisiera quedarme aquí toda la vida.
Natalia sonrió ante sus palabras, pero necesitaba que ella se levantara.
Se incorporó y tomó a Wanda de los brazos para que se sentara también, ella hizo un puchero resignada y comenzó a arreglarse para salir relativamente decente.
~*~
Cuando bajaron las escaleras, Natalia logró divisar a América y Peter arreglando la mesa.
Wanda no conocía a América pero sabía quién era Peter Stark.
Él corrió hacía ella de inmediato para abrazarla, tomándola por sorpresa ante su emoción.
Le devolvió el abrazo y lo despeinó.
— Me sorprende que cada vez que te vea estés más alto.
Peter rió y fué hacía América una vez más.
Natalia notó la expresión de América. Estaba sería, de alguna manera enojada. Como si no quisiera a Wanda allí o supiera algo de ella. Natalia no entendía el porqué, pero decidió dejarlo pasar por ahora.
Todos se sentaron en la mesa una vez preparada y comenzaron a comer.
— Cuéntanos Wanda, ¿de dónde eres? Hay algo de tí que me hace sentir que no eres propia americana. — Alexei preguntó, mientras cortaba su bistec de carne.
— ¿Qué, por el acento extraño? — Natalia bromeó y Alexei la señaló con el tenedor dándole la razón.
Wanda rió.
— Soy mitad Sokoviana, pero viví en los Ángeles durante mi infancia y luego me mudé aquí.
— Odio el acento Sokoviano. — soltó América de repente.
Todos la miraron, Natalia se sintió incómodo de repente pero Wanda no lo había entendido.
— No es Sokoviano realmente, supongo que se escucha extraño porque me crié con mi papá que tiene un acento muy fuerte. — Wanda gentilmente le explicó.
Peter le dió una mala mirada a su amiga la cual ella ignoró.
— ¿Por qué te mudaste de ciudad? — Alexei pregunto.
Wanda bajó la mirada a su plato mientras respondía:
— Uhm. Mi mamá murió y papá quiso que empezaramos de nuevo en otro lugar.
Wanda sintió como la mano de Natalia apretaba su rodilla haciéndole saber que estaba bien.
Alexei asiente de forma comprensiva.
— ¿De casualidad eres una Lehnsherr? — preguntó de repente.
Wanda se sintió extrañada de saber que esté hombre conocía a su familia.
— Eh, si señor. Soy Wanda Lehnsherr. —
Natalia frunció el ceño hacía él.
— Genial, es hija de la loca. — América murmuró con desagrado.
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Perfectamente Roto. | Wandanat. ©
Разное"Ella no buscaba la redención era sólo una adolescente con problemas de adicción. ¿Hasta dónde puede gobernar la ira de una mujer en busca de venganza?" Wanda Lehnsherr tenía trece años cuando murió su madre y se mudó de New York con su padre y sus...
