Perfectamente Roto. | Wandanat. ©

Capitulo 1: Not feel.

Washington DC. 14 de Octubre de 2017.

Wanda y Kate estaban en el living de la casa de los padres de Kate, allí no estaban ellos, pero ellas sí. Y Wanda había llegado a las 9:24 PM de la noche con una pinta terrible. Ella incluso pudo ver miedo en los ojos de Kate cuando abrió la puerta y vio el estado en el que se encontraba.

Wanda estaba sentada en el sofá mirando hacia la chimenea falsa que había en la sala. Ojeras rojizas y oscuras asomándose debajo de sus ojos verdes sin vida. Kate sentada frente a ella.

— ¿A qué le tienes miedo?—. Kate finalmente preguntó. — ¿Estás drogada?

Wanda levantó la mirada, con el semblante serio.

— ¿Crees que es posible que una persona no tenga sentimientos hacia nada? — preguntó, ahora sin apartar la vista de Kate.

— Sólo cuando estás drogado—. respondió ella secamente — ¿Estás drogada? —. repitió la pregunta con firmeza.

Wanda negó.

— Tengo sesenta días sobria, sin droga, sin alcohol. Sólo existiendo en casa, y no siento nada.

— ¿A qué te refieres? —. Kate se acercó a ella con interés y verdadera preocupación.

— No siento nada. No estoy feliz, no estoy triste, no estoy enojada, ni disgustada por nada. No he llorado, ni he reído, simplemente no siento nada... Creo que estoy perdiendo la cabeza.

Kate pareció considerarlo.

— Estás preocupada ahora. Crees que no tienes sentimientos y te preocupa, estás sintiendo algo.

— ¿Qué hay del amor y del odio? — Wanda ofreció. — Veo a mi familia. Y no siento nada por ellos, no me hacen feliz, no me hacen triste, mucho menos me hacen enojar. Lorna solo va feliz por toda la casa y ni siquiera siento nada al verla, no siento nada.

Kate frunció el ceño.

— Wanda, tú amas a tú familia. Lo sé. Me lo haz dicho, amas a Lorna, a Pietro y a Peter. Tu padre, los amas a todos.

Ella asintió

— Creo que ellos podrían morir y no lloraría. — Wanda tragó en seco ante finalmente poder confesarlo en voz alta.

— Si lo harías. — Kate respondió casi de inmediato, segura de ello. Conocía a Wanda, quizá mejor que a si misma, incluso con el poco tiempo que tenían conociéndose. Ella lo conocía, y la persona con la que estaba hablando no era Wanda. — Wanda, tienes las pupilas dilatadas. Estás drogada.

Wanda negó varias veces.

— No, no me he drogado en dos meses, Kate, tienes que creerme. ¡Quiero ir al barrio y comprar a cualquier diller que vea y drogarme hasta la sobredosis pero no lo he hecho! —.Wanda alzó la voz y aún así no perdió su postura, no lloró ni se rompió como solía hacerlo cada vez que se desahogaba con Kate.

— Wanda, también fuí una adicta ¿Está bien? Sé muy bien cómo puede sentirse estar en negación, estuve contigo en rehabilitación, lo sé. No puedes mentirme, y pretender no estar drogada —.Kate se puso de pie enfrentandola — ¡Y no puedes venir a mi casa así! ¿Crees que te veo y no quisiera ir y consumir cocaína, anfetaminas o cualquier mierda que encuentre?

Wanda se puso al nivel de Kate.

— Te prometo que no me he drogado por mi misma.

Los ojos de Wanda rogaban porque ella le creyera, podía desconfiar de ella todo el mundo pero Kate no, se negaba a que siquiera dudara de su palabra al menos por un segundo. Y Kate creía creerle con todo su corazón, pero sabía cómo se veía una persona drogada y Wanda estaba hecha una verdadera mierda.