Wanda
— ¡¿Eres consciente de la semejante situación en la que nos haz puesto?!— habia gritado Tony con su voz llena de furia.
Había sido citada a primera hora de la mañana luego de que se enterasen de lo que había hecho. Una junts completamente sola, con dos oficiales al mando mientras le gritaban como a una niña pequeña.
Wanda lo fulminó con la mirada, intentando controlar sus instintos.
— No soy estúpida, si sé lo que hice. — finalmente respondió, siguiendo con sus ojos las siluetas caminando de un lado a otro en la oficina.
— ¡No me vuelvas a responder de esa manera, no seas insolente yo soy tu jefe!
Wanda rodó los ojos dando un suspiro pesado mientras la continuaban regañando..
— A partir de ahora sólo actuarás cuando recibas órdenes, irás únicamente a las misiones en las que nos seas absolutamente necesaria y tú entrenamiento empezará mañana mismo. Al segundo acto imprudente que tengas te costará toda la carrera.
Ella asiente, de acuerdo con lo que dicen. Sin ánimos de llevarles la contraria o darles alguna otra contestación.
— Y te haremos una prueba de drogas antes de irte. — Tony finalizó.r
Ladeó su cabeza mientras lo miró, sin poder creer que lo que decía.
— ¿Crees que fuí a verla porque me había metido algo?— Wanda espetó.
— Creo que fuiste imprudente. Y sabemos tus antecedentes. — Tony explicó,.
Ella bufó, levantándose de su asiento.
— Como sea. — murmuró, mientras lo seguía por el pasillo.
Cuando llegó estaba una mujer esperándola junto a Natalia y otro oficial.
Se sentía horrible ser juzgada por la impulsividad, pero sobretodo se sentía horrible que hayan tenido todo eso preparado para cuando llegara y acorralarla en esa situación.
Se sento en la silla que señalaron sin mucha objeción,.
— Sube la manga de tu camiseta. — le indicó la enfermera.
Ella cumplió con lo que le decían, subiendo la manga de su camiseta dejando ver algunas cicatrices viejas yaciendo en el lugar.
Pero Wanda odiaba las agujas. Antes solía ser algo casi cotidiano que su padre le sacara sangre para llevarla a hacer una prueba de drogas y saber si llevaba alguna sustancia. Toda esta situación no hacía nada más que darle un trago amargo.
Tomó aire profundo aún arremangado su camiseta sintiéndose como una criminal. Pero cuando comenzaron a aplicar el alcohol de inmediato sacó el brazo.
— ¿Es absolutamente necesario que sea de ésta manera la prueba? — dijo con nerviosismo.
— Hay una prueba de orina y una de saliva pero es para al menos unos días. Éste es el método más rápido. Ahora hazlo. — Tony insistió.
Natalia camino hacia ella, para tomar su mano derecha. Se agachó a su lado en la silla quedando a su altura. Wanda la mira sin saber qué estaba intentando hacer hasta que sintió como tomó su rostro con su mano restante para plantar un beso inesperado sobre sus labios.
Wanda cerró sus ojos instintivamente dejándose llevar por un momento hasta que sintió un leve pinchazo en su brazo izquierdo.
La rusa se alejó de ella con una sonrisa de satisfacción.
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Perfectamente Roto. | Wandanat. ©
Diversos"Ella no buscaba la redención era sólo una adolescente con problemas de adicción. ¿Hasta dónde puede gobernar la ira de una mujer en busca de venganza?" Wanda Lehnsherr tenía trece años cuando murió su madre y se mudó de New York con su padre y sus...