❝Sé que es demasiado tarde, pero de alguna manera ¿Podemos volver a ese momento otra vez? ¿sí? ❞
Nico di Angelo despierta 23 años antes de su tiempo actual, donde es un abogado penalista que estaba a un día de terminar su matrimonio con su esposo Wi...
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Nico entró a su habitación junto con Bianca, ella se sentó de forma tranquila en la silla de su escritorio mientras el menor comenzaba a caminar en círculos en un intento de calmar sus nervios por sus acciones más recientes.
— Lo invité a una fiesta ¿Eso cuenta como cita? — Dijo él confundido.
Bianca miró a su alrededor teniendo una expresión de puro disgusto por el desorden que había en el lugar; se podía apreciar ropa regada en el suelo sin saber su estado, la cama estaba destendida llegando a dejar ver una parte del colchón, en la mesa de noche había algunos vasos de vidrio ya con un tono amarillo, sin contar que ella juraba haber visto algo moverse entre unos zapatos.
— ¿Hasta tienes tu bóxer en el suelo? Dioses — Se quejó ella negando de manera repetida con la cabeza — Quieres tener novio y ni tus bóxeres tienes limpios.
—¡Bi! — La llamó parando de caminar con el rostro sonrojado, por la molestia que sintió — Esto es importante.
— Como la higiene, Fratellino solo lo invitaste a salir, aún eres muy joven para saber lo que es una cita.
<<Tengo 41 años, así que joven no estoy>> Pensó con indignación, mirando a su hermana mayor sabiendo que en parte tiene razón a sus palabras, pero las hormonas de adolescente que está teniendo causan estragos en su manera de pensar de forma racional.
— Lo invité a la fiesta de Leo — dijo rendido, sentándose en la cama.
— ¿Desde cuándo vas a fiestas? Ni siquiera tienes interacción social.
— Bi — Dijo con un tono y expresión algo irritada.
— Lo que digo, Es que te estás ahogando en un vaso de agua ¿Sabes siquiera si irá? — preguntó al final teniendo una respuesta negativa — ¿Vez? Primero ten una respuesta y si se niega, pues lo vuelves a intentar con otra cosa.
— ¿Y si me rechaza? — Preguntó con temor — Solo tengo una oportunidad.
En su mente creyó que desde una perspectiva diferente se vería como un dramático, pero no era su culpa, estar tan cerca de la persona que más amaba y solo recordar que esta lo dejo por su culpa, lo ponía algo ansioso. Nico necesitaba tener a Will a su lado, aunque solo fuera para quejarse del desorden de su habitación, pero lo necesitaba cerca. Él ya había olvidado la última vez en la que tuvo una agradable conversación juntos o solo pasar el rato en silencio.
Jamás creyó que aquellas mañana en la que tomaba café en silencio, ambos escuchando a sus hijos quejarse por no encontrar sus cosas para la escuela y que llegaron tarde por eso, las haría extrañar tanto.
Bianca solo lo miraba con una expresión seria, pensando en que decirle para después soltar un suspiro por la situación y decidir sentarse a su lado, dándole un reconfortante abrazo por los hombros.
