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— Antonio

Ya van cinco días de gira sin Daniella y podía decir que cada día se hacía más y más pesado que el anterior.

Estaba acostumbrado a ella, a despertar y verla a mi lado o que ella me despertará para apurarme a hacer mis cosas rápido, era extraño no tenerla aquí, la extrañaba mucho.

Cada día me levantaba con su mensaje "Buenos días amor", pero no era lo mismo, extrañaba tenerla aquí; pero era primero la comodidad de los dos, ella necesitaba espacio y tiempo para sus cosas no quería que dejara de lado sus sueños por estar ayudándome a cumplir los míos, me parecía un acto muy egoísta de mi parte.

El concierto de hoy era increíble, tocaba con mis amigos casi hermanos: Gabito y Nata. Primero tocaría mis canciones en solista y ellos después saldrían a cantar conmigo. Gracias a Dios, cada uno de mis conciertos a tenido sold out y este no era la excepción.

— Junior en tres sales — dijo mi manager, yo solo respondí con un guiño.

Me tomé el tiempo de tomar mi celular para mandarle un audio a Dani:

" — Mi reina, estoy por entrar y estoy muy nervioso, cada concierto sin tí se me ha hecho un martirio, probablemente saliendo del concierto vayamos a un after o a algún antro, por si no llego a contestar corazón. Te amo, deséame suerte, buenas noches preciosa". – solté mi celular y lo deje en aquel espejo del camerino.

Empecé a subir las escaleras que daban al escenario y los gritos de hicieron presentes tanto cómo los flash de los celulares.

Y ahí noté que los sueños se hacen realidad.

....

Nata decidió que iríamos a un antro todos, así que ahí estábamos en el camerino esperando a que nos dieran autorización de salir del auditorio.

Tome mi celular y me di cuenta que estaba muerto, solo maldije a lo bajo para después preguntar:

— ¿No tienen un cargador de iphone? olvide el mio en hotel — nadie tenía, mi celular murió de tanto estar hablando por videollamada con Dani y ahora no podré hablar con ella.

Reí al recordar que ella literalmente predijo esto:

— Amor, se te va a terminar la batería del celular y te vas a estar quejando de no hablar. – dijo ella al otro lado del teléfono.

— Gastaría mas que la batería de mi celular para hablar contigo mi reina, – solo escuche una risita – ¿te gusto el ramo? — pregunté.

— Ya te dije que no es necesario amor, no puedes hacerme mas feliz te lo juro. – dijo mandando un beso en la videollamada.

Sonreí como un tonto al recordar esa videollamada de esta tarde, eso era lo que ella causaba en mí.

...

Pasaban más de las 12 de la madrugada, Nata ya estaba muy borracho, Gabito ya no estaba tan sobrio y yo podía ver un poco borroso.

Era un plan de puros hombres, ninguno trataba de ligar con nadie, ni nada por el estilo; o así era hasta que:

— Wey, voy a pasar a esas viejas – dijo Nata gritando a una intensidad que todos pudimos oír, incluso las chicas de las que hablaba ya que empezaron a reír y se notaba la felicidad en su cara.

Ninguno de los hombres de la mesa pudo decir nada porque las chicas ya estaban en nuestra mesa, eran 6 chicas en total, Gabito solo estaba en su celular tratando de ignorarlas y yo también solo salude con la mano para evitar malos entendidos.

Había mucha gente en el antro que nos había pedido fotos e incluso alguna que otra chica me preguntó: "¿Donde está Dani?" y yo sólo respondía con sonrisas, era reconfortante ver que algunas de mis fans aceptaban a Daniella.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por una chica que de negro que se puso a un lado de mí:

— Hola, ¿cómo te la estas pasando aquí en Cancún? – dijo aquella chica de cabello castaño.

— Bien, nada mal, la gente es muy ambientada aquí — respondí para después tomar de mi vaso.

Ella solo respondió con una sonrisa y empezó a bailar una canción que sonaba por todo el lugar.

El alcohol parecía eterno y con él, la noche, parecía no acabar, nadie se preocupaba por la hora en que dormiríamos y por la hora en que cerraba este lugar.

Cada cinco minutos cada uno en la mesa se daba un shot de aquel tequila, era increíble la cantidad de alcohol que ya había ingerido en menos de una hora.

El alcohol me sumergía en él, me empezaba a costar modular cada palabra que salía de mí, incluso ya ni prestaba atención a la música que sonaba de fondo.

Pude notar que Nata empezaba a besarse con una chica rubia que había subido con las otras chicas, mi mente ya no enfocaba caras, mis ojos se empezaban a nublar.

— ¿Un espejo o que? – dijo Nata apuntándome a mí y a a la chica a un lado de mí, el ya estaba más borracho que yo.

No quería y ni siquiera pude responder porque ya tenía a aquella chica sobre mí, no tarde en alejarla de mí para después decir:

— Yo tengo novia. Aléjate por favor. — dije tajante, lo cual la chica solo hizo una mueca, no le importo el que yo tuviera novia. — Ya me voy de aquí, Gabito, vámonos a la verga.

Gabito salió atrás de mí de aquel antro, veníamos escoltados, subimos al carro de Gabito y decidimos irnos al hotel.

Llegamos al hotel, me sentía muy mareado y no podía dejar de pensar en lo que paso.

¡¿Que mierda hice?!, Daniella no merecía esto, ¿se enterará? ¿le diré?

Mi cabeza estaba dando vueltas a aquel asunto, me sentía sucio, mal novio, un idiota cualquiera; hasta qué me quedé profundamente dormido.

𝐒𝐔𝐌𝐌𝐄𝐑 𝐃𝐀𝐘𝐒 - junior h Donde viven las historias. Descúbrelo ahora