𝐒𝐔𝐌𝐌𝐄𝐑 𝐃𝐀𝐘𝐒 - junior h

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— antonio

Exactamente tres meses de no saber nada de ella, tres solitarios meses en los que mi vida se basaba en alguna que otra fiesta y mis conciertos.

Me encontraba en New York a punto de dar el último concierto de mi gira. Me encontraba en el backstage del escenario mientras escuchaba a mi telonero cantar, la gente empezaba a gritar mi nombre y yo solo sentía que no podía subir.

Otra noche más fingiendo arriba del escenario que estoy bien, emborrachándome y sintiendo, queriendo que todo esto sea una mentira.

¿Estoy cumpliendo mi sueño? Si, ¿perdí al amor de mi vida por esto? probablemente también.

La extrañaba cada noche de soledad, pero donde más dolía extrañarla era cuando no tenía a quién contarle cómo fue mi día, a que me acompañara en mis sueños, a que ella era la única que se ponía feliz de todo esto y nunca dejo que me rindiera.

— En 10 subes Antonio – dijo mi manager a lo cuál yo solo respondí con un guiño.

Tome mi celular para tratar de eliminar cada pensamiento de mi mente hasta que me tope con esa historia: Daniella sobre las piernas de Hassan, ¿estaban grabando juntos? ¿volvieron a hablar?

Los celos se apoderaron de mí, un sentimiento cálido empezó a navegar por todo mi cuerpo, tanto como el pensamiento de culpa; era mi culpa, todo fue mi culpa.

— ¡Puta madre! – dije levantándome de mi asiento. – Pantera, ya viste la historia de Daniella con ese wey? — el solo respondió asintiendo — puta madre, puta madre, puta madre.

Me senté nuevamente y tape mis ojos, pequeñas lágrimas empezaban a rodar por mis mejillas y mis manos empezaban a temblar.

Quedaba poco tiempo para subir al escenario y yo estaba teniendo uno de los peores escenarios en mi vida.

Me limpie las lágrimas como pude, abrí una botella de "Don Julio 70" y tomé un trago sin pensarlo.

— Esta noche empezamos cantando "Extssy Model" – les dije a los chicos – ¿entendido? A la verga lo que diga este wey – dije refiriéndome a mi manager – esta noche se llora.

Tome la botella en una mano y mi micrófono en la otra, con el corazón latiendo a mil por hora y con mis ojos rojos empecé a subir las escaleras de aquel escenario:

— ¡Buenas noches New York! – los gritos de la gente y los flashes se hicieron presentes, mi cara estaba iluminada ante mas de siete mil personas. – bájame la música, bájame la música. – dije a la banda – Esta noche, es mi último concierto de esta gira; tengo machin de sentimientos encontrados gente – dije volteando a ver al suelo – esta noche salgo con el cora roto y me quiero poner una pedota.

Finalice para dar un trago a mi botella de tequila.

Gritos de la gente empezaron a retumbar por aquel lugar junto con la melodía de "Extssy Model".

El nudo en mi garganta empezaba a formarse de nuevo, lo dudé dos veces hasta que de mi salió:

— De New York para tu corazón mamasita. — dije dándole otro trago a mi tequila.

...

Los flashes de los celulares iluminaban la oscuridad de los asientos, gente gritando mi canción y gente gritando mi nombre.

Tanta gente amándome en este momento y a quién yo amaba, no lo hacía.

— ¿Andamos pedos? ¿o no andamos pedos? – dije viendo un poco borroso.