17

NOVENA CARTA

A mi ciudad natal

Honestamente, hay dos lugares podrían ocupar esta carta. Como Quetzaltenango, la ciudad donde nací. Pero también San Pablo, lugar donde he pasado estos 17 años.

A San Pablo, por sostener nuestro hogar y por brindarnos el espacio de vivir. Claro, no es el sitio ideal para hacerlo; algunos habitantes no han sido tan amables con mi familia y yo, pero de igual manera no vivimos en este lugar por lo que las personas digan. Vivimos aquí porque hemos construido nuestras vidas aquí. No me gusta la idea de saber que mi padre quiere mudarse y, básicamente, "rehacer nuestras vidas". Dejar todo atrás, en otras palabras.

A Quetzaltenango, por formar parte de pequeños recuerdos de mi infancia. Porque es inevitable decir que estuvimos ahí algunas navidades, y podíamos pasar tiempo con el resto de nuestra familia. No obstante, lamento mucho que en los últimos años el desorden, la contaminación y la urbanización se haya hecho presente en una ciudad muy bonita como esa.

Por muchas cosas, puedo decir que mi "ciudad natal" no es Quetzaltenango, a pesar de que, técnicamente, haya nacido ahí. Pues la mayoría de recuerdos, risas, llantos, alegrías y demás acontecimientos han ocurrido en San Pablo. Lugar que, sin importar qué tan malo sea, siempre será especial para mí.

Algo que me gusta de Xela es que existen muchas más posibilidades y recursos al alcance de muchas personas. A comparación del pueblo donde vivimos, que lastimosamente no cuenta con un turismo independiente ni una economía sostenible.

En otras instancias, quiero comentar que casi llego a nombrar a esta carta hacia mi país, pero no podría hacerlo. No porque no quiera, sino que simplemente no puedo dedicar algo a un país tan corrupto e injusto como este. No soy solo yo, pues muchos estamos hartos de las situaciones que a diario hacen más tercermundista a un país tercermundista. En fin, simplemente no quería dedicar esto a mi país, sino a los lugares en específico que han formado parte de mi crecimiento.