DECIMOQUINTA CARTA

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A todas las navidades pasadas

Supongo que nadie recuerda sus primeras navidades, a no ser que tenga una memoria increíble.

En mi caso, puedo recordar algunas cuantas, especialmente las más recientes. Las de los últimos cinco años, para ser específicos.

En realidad es la única época del año que más espero con emoción. El sentimiento que brinda el día de navidad es único. 

Algo que amo mucho es nuestro arbolito de navidad. Mi padre siempre ha deseado que sea natural, debido a que desprende un aroma inigualable. Además, combinado con los aromas del ponche, los tamales, la manzanilla y algunas otras cositas, se genera un ambiente muy agradable al olfato. Como una fiesta de aromas.

Las lucecitas le dan realce a esa armoniosa noche, donde esperamos a la medianoche para celebrar en familia, comer algo o simplemente disfrutar. Las galletas también han sido cómplices de la felicidad que provoca esa fecha.

Por muchas razones, la época navideña siempre ocupará gran parte en mi corazón, junto a muchos recuerdos. Grandes o pequeños, los buenos recuerdos nunca se olvidarán.

Por eso y mucho más, agradezco a todas las navidades anteriores, por darme la oportunidad de sentir y aumentar la emoción de cada año.

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