Agentes secretos (giyushino)

Capítulo 26: Hacía la victoria parte 2

Nuestros queridos agentes logran ubicar la mansión de Muzan y ahora de encuentran en la invasión para acabar con los BM de una buena vez por todas.

Muzan:
—Si tanto me quieren, entonces vengan a mi—sentado en su cama esperando.

Todos los agentes se juntan por caminos cruzados que llevaban a la planta alta.

Tanjiro:
—¡Lo huelo está cerca!—

Shinobu:
—¡Lo lograremos!—

Rengoku:
—¡Acabemos con esto!—

Uzui:
—¡A la carga!—

Gyomei:
—¡Recuerden para que fueron entrenados!—

Mitsuri:
—¡Se puede!—

Kanae:
—¡Acabemos con el crimen!—

Sanemi:
—¡Vamos por el!—

Iguro:
—¡Con fuerza—

Muichiro:
—¿Qué iba a decir?—

Muichiro:
—Ah si, ¡A la carga con valor!—

Tomioka:
—¡Hacía la victoria!—

Van acabando con todos los secuaces que se encuentran en el camino.

Tanjiro/Zenitsu/Inosuke:
—¡Es ahí!—señalaron una puerta de metal donde detectaban la presencia de Muzan.

En eso un gas sin comenzó a salir por las paredes.

Shinobu:
—¡Hidrógeno! ¡Todos alegrnse!—

Muzan:
—Demasiado tarde—susurro desde la otra esquina.

Muzan activa un encendedor y lo arroja al área donde estaban todos, haciendo una gran explosión por toda esa área, matando a la mitad de los agentes.

La otra mitad sobrevivió porque fueron rápidos sacando la fortaleza portátil de Haganezuka que traían.

Las fortalezas se disminuyen y todos salen de los escombros.

Sanemi:
—Maldito bastardo—

Shinobu:
—¿Se encuentran todos bien?—

Gyomei:
—¿Y el primer ministro?—

Tomioka:
—Debió separarse en la explosión—

En eso unas balas comienzan a chocar por todas partes.

Muzan:
—¿No saben que entrar en propiedad privada es ilegal?—

Rengoku:
—¡Ahí está!—

Muzan comienza a disparar contra ellos.

Muzan:
—¡¿No me querían?!, ¡Acá estoy!, ¡Vengan si pueden!, ¡Los reto!—seguía disparando.

Los demás sacan sus armas y comienza la mayor balacera que habrán vivido.

Se preguntarán, ¿Cómo puede ser así si solo disparan contra un individuo?, y la respuesta es que Muzan no es el único que dispara, hasta atrás hubo pareces que se salvaron que traen torretas instaladas, y aparte Muzan traía un dispositivo con el, tenía una mochila que sacaba tentáculos robóticos que eran muy filósofos, aparte de disparar lanzaba tajos con esos tentáculos, así que los agentes la tenían difícil en acercarse.

De hecho con todos esos ataques combinados los agentes se redujeron a un cuarto solamente.

Iguro:
—¡Ese bastardo acabo con casi todos los agentes!—

Rengoku:
—¡No dejes que su sacrificio sea en vano, sigue disparando!—

Muzan:
—¡¿Qué sucede?!, ¡¿No pueden contra mi acero?!—con una risa de psicópata.