15. El mundo entero del otro

350 66 12
                                    

«Una mezcla de tristeza y esperanza se revolvió en mi interior cuando Off abrió la puerta y salió de casa, pero no se marchó y dejó que lo alcanzara en el pórtico

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

«Una mezcla de tristeza y esperanza se revolvió en mi interior cuando Off abrió la puerta y salió de casa, pero no se marchó y dejó que lo alcanzara en el pórtico.

—Nunca me he arrepentido, Off. —dije abrazándolo por la espalda, escuchando su respiración y el latir de su corazón— La promesa de un para siempre, fue real, siempre lo ha sido. La guardamos en nuestros corazones desde niños, y la sellamos con nuestros labios y nuestros cuerpos, cuando creímos que era el momento... Y lo fue. El momento ideal. Perfecto. Y quiero muchos más momentos contigo, para aferrarme a ellos en el tiempo, en el para siempre que nos juramos desde niños...

—O hasta que podamos volver a estar juntos. —Susurró y yo sentí sus lágrimas cayendo en mis manos. El indicio de una sonrisa se dibujó en mis labios, mi estómago se hundió, y lágrimas se acumularon en mis ojos, porque lo comprendía... No estaba huyendo. Sus palabras eran una aceptación. Lo sabía. Mi Off suspiró profundamente, antes de empezar a hablar. Lo haría, ya no necesitaba que lo hiciera, pero sabía que empezaría a explicar y pensé en dejar que se desahogara. Lo necesitaba, quizá más que yo—. Cuando lo supe. —dijo con voz entrecortada— tomé mi bicicleta y manejé a toda velocidad, sin detenerme, con los ojos nublados debido a la invasión de las lágrimas, que el viento se llevaba sin dejar que cayeran. Sabía que, si te lo decía, ibas a querer volver. Querrías estar conmigo, y, eso era imposible. —sollozaba. Era verdad. Habría rogado que me dejara quedarme a su lado— mientras recorría el túnel de cerezos rosados que tanto te gustaban, pensaba en que tenías que conservar la sonrisa. Que tenías que ser feliz, al menos tú debías serlo. No quería, pero tenía que alejarte. Sabía que te haría daño, que sería una gran decepción para ti, pero no podía dar marcha atrás... Continúe manejando hasta llegar a la colina, nuestra colina. El sol estaba brillando en lo alto, pero mi cuerpo estaba helado. Me dolían las piernas, sentía que el corazón se me escapaba con cada exhalación. Y cuando empezaba a sentir más fuerte el dolor, quise volver y llamarte... contarte todo. Mi cabeza era un desastre. Pero te vi, ahí... no era solo mi imaginación, te vi bailando con los brazos abiertos, riendo y siendo feliz, a la edad de cinco años, cuando ni por un instante podríamos imaginar que íbamos a separarnos. Era un bello recuerdo de ti, de ambos. Así que no me atreví. Iba a lastimarte. Nunca pensé que podría hacerlo, pero, debía hacerlo. Lastimarte y romperte el corazón. Te herí, destrocé tu corazón y el mío también se desgarró. Sé que me crees. Dejarte no fue nada fácil. Fue lo más difícil que he hecho en mi vida. Nunca había sido bueno para decirte adiós, cada vez que nos tuvimos que separar, incluso cuando hablamos por teléfono y los minutos se volvían nada... Y estaba siendo terriblemente doloroso hacerlo, mientras las lágrimas no dejaban de quemar mis ojos y mi corazón se fragmentaba en mil pedazos que sabía serían difíciles, quizá imposibles de volver a unir. Mi corazón estaba roto, pero el tuyo también lo estaba porque tuve que decirte adiós, sin ninguna explicación. ¿Cómo pude hacerte daño? Te decepcioné. Y de verdad deseaba que volvieras, pero no quería lastimarte más, mientras me veías agonizar... Solo quería salvarte, Gun... perdóname.

—No puedo perderte. —dije— No puedo dejarte ir. No puedo vivir sin ti. Eres mi para siempre. Se suponía que recorreríamos, juntos, el largo camino de la vida. Así que no tienes que pedirme perdón por algo que ya pasó. Te necesito. Me necesitas. Nos necesitamos. Es todo lo que importa ahora. En verdad, es lo único importante. —se estremeció y dejó que su llanto se oyera—. De ahora en adelante, donde quiera que vayas, yo iré. Donde tu estés, ahí estaré. Vivir lejos de ti, no es una opción. No pienso dejarte. Tienes que seguir siendo mío, Off Jumpol.

—Siempre seré tuyo, Gun. Pero no puedes ir conmigo. Tú tendrás que quedarte cuando yo deba partir.

—Quiero ver por siempre tu sonrisa... esa sonrisa que me transporta al cielo; al infinito. —Siento que mi corazón se agita, pero no puedo caer— Sentí miedo de no verte nunca más, pero recordaba nuestros momentos juntos y la esperanza renacía, como sé que te sucedió a ti. Cuando hicimos el amor, ambos supimos que éramos amados sinceramente, y que existíamos para ser el mundo entero del otro. —Off se giró, por fin, después de un largo rato, desde que salió de casa, para enfrentar mi mirada. Al instante, mis brazos se entrelazaron alrededor de su cuello y levantándome en puntitas, besé las lágrimas que rodaban por sus mejillas y uní nuestros labios en un beso de amor. Era consciente de que todos estaban pendientes, mirando a través de la ventana, y sabía que estaban felices por nosotros, por lo que estaba sucediendo. Porque, aunque el tiempo fuera corto, era nuestro. Lo haríamos nuestro a como diera lugar—. Deseo que cada día, lo disfrutemos como un regalo que nos está concediendo la vida. Cada día será diferente, pero el sentimiento será el mismo.

—No

—¿No?

—Será cada vez más grande. Más fuerte. —Me quedé en silencio—. Tú eres mi vida. Y aunque mi vida solo sea uno o dos meses, es tuya. Es de nosotros siendo unidad. Así que SÍ Gun. Nos casaremos y ya no serás Gun Atthaphan, sino, Gun Jumpol. Mi Gun.

Y esas palabras fueron todo lo que había estado esperando escuchar desde que salimos del hospital.

La respiración de Off se redujo al tocar mi boca. Mis pestañas revolotearon igual que las mariposas en mi estómago y el calor creció adornando nuestras mejillas y nuestros corazones latieron como uno solo...»

¿Cómo diablos no podría lidiar con eso si lo amo tanto? Si estoy tan feliz de que hayamos superado las probabilidades. 

Ya le hemos ganado al tiempo y sé, que lo seguiremos haciendo.

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

-----

Si hay error lo corrijo mas tarde. Solo queda el final 

 Solo queda el final 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mi Off - HP31Donde viven las historias. Descúbrelo ahora