9. ¿Dónde está el chico que amo?

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—¡Gun! —Escucho las voces al unísono de Fluke, Ohm y Janice— ¿A dónde vas? ¡Gun! —y una sarta de cosas más, pero no me detengo

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—¡Gun! —Escucho las voces al unísono de Fluke, Ohm y Janice— ¿A dónde vas? ¡Gun! —y una sarta de cosas más, pero no me detengo. Tomo prestada, una motocicleta que tiene las llaves puestas y salgo detrás de Off, quien un par de minutos antes, ha secuestrado un auto. ¿Es que acaso nadie saca las llaves de sus vehículos?

Manejo tan rápido como puedo y logro alcanzarlo, casi se me sale el corazón, cuando lo veo frenar bruscamente, justo unos metros delante de mí. Por poco y choca contra las rejas del zoológico que esta fuera de la ciudad.

Apenas hay luz en el lugar. Pero el sonido de algunos animales, me hacen estremecer. Y no es que tenga miedo, pero... ¡Que rayos! Sí, estoy aterrado y molesto.

Off no se ha percatado de mi presencia así que dejo la motocicleta y camino hacia él. Está llorando, escondiendo la cabeza entre sus brazos cruzados sobre el timón. Yo abro la puerta lentamente.

—Ni siquiera tengo licencia de conducir —Solloza y su respiración es dificultosa. Se gira hacia la izquierda y me mira llorando desconsolado. De repente, se asusta y vuelve a hundir la cabeza entre sus brazos—. Puedo oír tu corazón —me dice sollozando. Claro que puede, pues tengo el corazón acelerado. Nunca me había sentido tan asustado, pero no voy a decirle nada de eso.

—No estoy acostumbrado a correr, supongo. ¿Puedes bajar del auto?

—Pero me están temblando las piernas. —Sonrío, cierro la puerta, rodeo el auto y subo al asiento del copiloto. Escucho su respiración, temblorosa, cuando me acerco a quitar las llaves del contacto y aseguro las puertas.

—Hace calor —dice, así que pongo el aire acondicionado— prefiero que abras un poco la ventana. —pide y lentamente, levanta la cabeza y la apoya contra el asiento, sin mirarme, y, empieza a tomar cortas respiraciones, parece que se está calmando, mientras respira aire fresco. Unos minutos después, Off se gira un poco en el asiento y enfrenta mi mirada—. ¿Por qué me seguiste?

—Te fuiste. —La tensión es palpable, mientras nos miramos. Entonces la mirada de Off cae a mis labios e inconscientemente se inclina hacia adelante. Hacia mí— ¿Por qué? —pregunté. Él entiende a lo que me estoy refiriendo. Aprieta sus dientes, negándose a responder, y yo dejo caer mi mirada, llena de lágrimas que había estado conteniendo en mis ojos.

Off sacude la cabeza, y ruega:

—Por favor... no... Gun... No. —Paso mis manos por mi cara con frustración. Esa voz de súplica no va a funcionar esta vez. Yo necesito saber. Él necesita hablar conmigo y explicarme.

—¡No! Dios, Off. ¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste?

Su cuerpo se estremece cuando levanto la voz. El tiempo ha pasado desde que tuvimos cinco y aun se asusta y le da hipo cuando levanto la voz. Pero esta vez me sorprendo a mí mismo, cuando no intento hacer nada para ayudarlo a calmarse. Al contrario. Siento que mi cara empieza a encenderse. Estoy molesto. Nada es como antes. Han ocurrido demasiadas cosas entre nosotros y necesito respuestas.

—Gun. Por favor, no puedo decirte.

—¡Off! —insisto, alzando la voz, y girándome por completo para sostenerlo por los brazos—. ¿Por qué demonios lo hiciste? ¿Por qué no volviste a llamar? ¿Por qué se mudaron? ¿Dónde demonios has estado? ¿Qué pasó? ¿Por qué me abandonaste de esa manera? ¿Por qué me hiciste sentir tan miserable? ¿Por qué dejaste de amarme? —Lo suelto y tiro de mi cabello con frustración. Él sigue sin decir nada. Me desespero— Lo prometiste. Me prometiste que esperarías. Prometiste que estaríamos juntos toda la vida. Todo iba bien entre nosotros a pesar de la distancia y los años que habían pasado. Pasamos los días más maravillosos y luego simplemente desapareciste, nunca volviste a responder mis llamadas. Llamé cada día, y lloré cada vez que colgaba sin haber escuchado tu voz. Tú me abandonaste. Desapareciste luego de hacerme el amor. —El hipo se fue, y Off solo lloraba— ¡Dime! Dímelo ahora mismo. —Sentía mi sangre hervir—. ¡Merezco saberlo! ¡Maldición Off! —Se estremece y cubre su rostro con las palmas de sus manos. Nunca pensé que podría portarme de esta manera con él, jamás imaginé que podría gritarle al chico que amo. Pero he cambiado, ya no soy el de antes. Necesito una explicación. Yo he pasado por mucho. Necesito saber.

—N... No puedo —tartamudea, apenas en un susurro—. Por favor, Gun —suplica—. No me presiones. Sólo olvídalo. —Traga grueso— Olvida todo. Nosotros ya no somos nada. Lo que tuvimos, fue cosa de chicos, y quedó en el pasado. Debes continuar con tu vida, lejos de mí. —Siento como si me hubiera apuñalado directamente en el corazón, una vez más...sonrío con rabia, remordiéndome y apretujando mis dientes. Tiro de sus manos, dejando al descubierto su rostro.

—¡Dime! ¡Dímelo de una maldita vez! —repito. Mi voz suena a amenaza.

Off me mira con tristeza. Me quedo inmóvil. Y recuerdo el día en que me marché con mis padres, el día de la mudanza, cuando fuimos a la colina y me dijo que la vida era para ser vivida con alegría, que era una aventura diaria y que nunca permitiera que mi corazón se llenara de ira. Que, aunque no estemos juntos, siempre recordara los momentos felices que compartimos... y sonrió para mí. Su bella sonrisa, hizo sentir cálido mi corazón, que estaba triste porque iba a dejarlo, porque debíamos separarnos.

—No puedo hacer esto Gun —dice intentando abrir la puerta del automóvil. Cierro los ojos y trato de evitar el dolor en mi pecho. Un dolor que parece ser, él también siente, porque se lleva una mano al corazón.

—¡No! ¡Detente y dime! —Tomo una larga respiración— ¡Dime por qué demonios me dejaste completamente solo! —Grito con todas mis fuerzas. La rabia exuda por todos mis poros. Y sin darme cuenta comienzo a llorar. Las lágrimas me nublan la vista. Son lágrimas cargadas de ira.

—¿Tú...? —susurra, sollozando asustado mientras me mira fijamente— ¿Quién eres? Tú no eres el chico que amo. Tú no eres mi Gun. ¿Dónde está el chico que amo? —De repente, su mano se levanta tratando de acariciar mi pelo, pero no se lo permito.

—¿Realmente no sabes dónde está? —Off traga grueso y parece que le falta el aire. Me irrita. Aprieto los labios con disgusto—. Porque yo creo que lo sabes bien. Ese Gun, tu Gun, es a quien has estado matando durante todos estos años. 

Sus ojos me miran con terror y eso lanza escalofríos por mi espina dorsal.

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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Mi Off - HP31Donde viven las historias. Descúbrelo ahora