La Casa de los Famosos (Emiliaco)

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Todos se encontraban en la cocina platicando de cualquier cosa cuando repentinamente sonó el teléfono y Poncho se adelantó a contestar, era un anuncio para Sergio en la que todos tenían que estar en el sillón de la sala.

En la pantalla mostraron un vídeo que conmovió a Sergio porque era un saludo de su nieta Mila.

-¡Sergio, Sergio!- lo llamaban cuando escucharon la gran puerta abrirse y vieron entrar a alguien.
-¡Mi amor!- dijo Sergio rompiendo en llanto al verla.
-¡Abuelito!

La pequeña Mila había entrado a la casa para sorprender al Sergio, fue un momento conmovedor y para todos los demás. Mila era una niña demasiado tierna, platicaban con ella y le regalaban golosinas.

-Que linda la nieta de Sergio- decía Wendy.
-Si, aunque Sergio se vea serio también tiene su corazón- dijo Poncho y los vieron dirigiéndose al almacén.
-Uy, no se imaginan la sorpresa que les tiene- dijo Sergio todo feliz.

Del almacén sacaron unas cartas hechas por la pequeña, todos se sentían felices por ese lindo detallito y en especial Sergio por lo que había escrito su nieta.

-Mi amor, ¿qué era lo que le ibas a decir a Wendy?- dijo Sergio.
-Wendy, lo que te quería decir es que ¿sabes cuidar niños?- dijo Mila-. Porque me quiero quedar aquí.
-Ven muñeca, quiero darte un abrazo- dijo Wendy y las dos se abrazaron-. Pero no creo que te dejen quedar, si te dejaran yo te cuido.
-Bueno, está bien.
-Ay, la amo- dijo Joaquín con ternura.
-Mila y Sergio, por favor pasen al confesionario- habló la jefa.

Ambos pasaron al lugar, los demás comentaban acerca de lo que decían sus cartas y hacían bromas entre ellos, Wendy era la más emocionada ya que era lindo que tuviera fans de esa edad.

-¿A ti qué te puso, Emilio?- preguntó Nicola.
-Una carita feliz- dijo Emilio.
-Mira lo que me escribió a mí: “Emilio y tú hacen bonita pareja”- dijo Joaquín con ternura y se recargó en el hombro de su novio.
-Ay chicos, pues es que si hacen bonita pareja- dijo Apio-. De aquí a cinco años ya los veo casados y con hijos.

Luego de un rato salió Sergio con su nieta en la espalda y se dirigieron al almacén porque sacarían unas cosas. Eran dos cajas, una para Mila y la otra para Sergio que dentro tenía una sudadera con una foto de ellos dos que no pensó en ponerse al instante.

-Habitantes, es momento de comenzar a despedirse- habló la jefa-. Ya es tarde y las niñas de 6 años tienen que irse temprano a la cama.

Todos salieron al patio para despedir a la pequeña Mila, la abrazaban y le agradecían por las cartas.

-¿Y su globo?- preguntó Sergio al no verlo.
-Yo voy- dijo Emilio yendo corriendo y dejando sus chanclas.

Mila se fue y todos abrazaban a Sergio diciéndole que tenía una linda nieta, sus cartitas las pusieron en un lugar especial.