La Casa de los Famosos (Emiliaco)

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Era un día normal dentro de la casa, Wendy, Nicola, Sergio y los Emiliaco estaban en el sillón del patio descansando. Siempre había un tema de que hablar y ese día hablaban de la ropa más graciosa.

-Me acordé de Apio el día que sacó el traje blanco con el camarón- dijo Wendy y se rieron.
-Yo le dije ese día que estaba muy chido su traje pero no le había puesto el coso de camarón- dijo Emilio-. Pero cuando le ví el camarón le dije que parecía gerente de Los Arcos.
-Y nunca más se lo puso- dijo Nicola.

Ese momento fue divertido porque recordaban mucho a Apio y sus vestuarios. Ellos también hablaban sobre sus vestuarios y que ya necesitaban más ropa.

-Yo por si acaso me traje mi traje rojo con negro- dijo Joaquín-. Pero no sé por qué aún no me lo quiero poner en las galas.
-¡¿Neta te trajiste ese?!- preguntó Emilio emocionado.
-Si, pues fue uno para las galas o... ¡No! ¡¿Tú te trajiste el azul?!
-Y luego preguntas por qué te amo.
-¿De qué trajes hablan?- preguntó Nicola.
-Cuando fuimos a los Gladd usamos unos trajes especiales y significan mucho porque ganamos.

Ambos se dieron un beso al recordar ese momento y se quedaron abrazaditos. Había mucha tranquilidad cuando Emilio recordó una ropa que Wendy había echado a la secadora y la fue a sacar.

-Esas pinches chanclas de pescado, no mames- dijo Sergio.
-Miralo, va a cante y cante- dijo Wendy.
-Entre sus chanclas y la sudadera de navidad.
-Ya dejen de criticar los gustos de mi novio, mamones- dijo Joaquín.
-Joaco, es que lo leímos como 20 veces y lo volvías a leer.
-¡Mi amor!

Todos reían al recordar el suéter de Emilio y que no le entendía al mensaje. Emilio ya regresaba de sacar la ropa, pero acudió al llamado de su novio.

-¿Qué pasó, mi amor?- preguntó Emilio.
-Diganle lo que andaban diciendo- dijo Joaquín mirando a sus amigos.
-Bebé, trae tu suéter del recalentado- dijo Wendy.
-Lo voy a usar luego.
-Traelo- le insistían.
-¿A quién se le ocurrió que te trajeras ese suéter?- preguntó Sergio.
-A mi mami. Es que ella es de las que te regala algo y cuando te ve te pregunta que si lo usas.

Emilio contaba anécdotas de ese suéter y al final por tantas insistencias de sus amigos lo sacó para que lo volvieran a leer. Después de tanta carrilla Emilio volvió a guardar su suéter y se sentó junto a su novio. Joaquín le daba muchos besos.

-No les hagas caso, mi amor- dijo Joaquín-. Yo te amo y todo lo que uses me encanta.
-Gracias mi niño precioso- dijo Emilio y su novio le dijo algo al oído-. ¡Quiero ver eso! Saliendo de aquí quiero verte con eso.
-Obvio mi amor.