Notas de un diario olvidado. - IV

115 7 0
                                    


Día: &#$%.

Tu amabilidad, dulce tormento, enciende la llama,

como un sol abrasador que mi razón desarma.

Me sumerjo en el abismo, donde el amor se reclama,

como un náufrago perdido en un océano de drama.


Oh, cómo anhelo que me mires, que solo a mí te dediques,

Que, al verme suspires y nuestro amor prediques,

En tus ojos hallar la devoción que tanto imploro,

Qué repitas qué me amas como un loro,

Quiero que mis labios muerdas,

Y me construyas un altar donde tus caricias son las ofrendas.


Envuélveme en tu esencia a jazmín,

Rasga el velo y mira en mi interior de carmín.

Abandona todo, confiesa que me extrañas,

Besa mi corazón desbocadoy abraza mis entrañas.


Con tus labios haz que mi razón se desestabilice,

Mírame con esos ojos que hacen que me hipnotice,

Deja que en nuestro hogar entren las perdices,

Y dime un alago tan cegado de amor que me ruborice.


En cada latido desbocado, la razón se desvanece,

sumergiéndome en un amor que todo lo enaltece.

Enloquezco por ti, en cada pensamiento y mirada,

una unión intensa, una pasión desenfrenada.


Cada pensamiento amargo es un suspiro de agonía,

una adicción que me consume, una oscura melancolía.

Tu amabilidad, un puñal afilado en mi corazón,

una dulzura que quema y aviva esta pasión.


Cuando tus brazos me rodean, siento mi corazón acelerar,

latiendo en sincronía con el tuyo, buscando fusionar.

Pero, aun así, siento que estás distante, lejano como un sueño,

fantasear con besarte es un deseo caníbal, un frenesí extremo.

Mi kohai me secuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora