Mi kohai me secuestro

Día 5. Alea Iacta Est

Mierda, llevo una hora así, este tipo se durmió como si nada. Por otra parte, aún estoy procesando todo lo que Kanaye me dijo, conclusión: Quiero dormir y reiniciar mi cerebro.

No pensé que hubiese tanta mierda detrás de Kanaye, no me extraña que él sea así, lo que aún no me explico es por qué esta tan obsesionado conmigo, pero a causa de esto me percate de algo.

- "Debería de aprovecharme de esto..."

Ni en un millón de años se me pasaría por la cabeza algo así, pero ¿Por qué no hacerlo?, la necesidad, la madre de todas las invenciones prácticamente me obliga a eso, si quiero salir de aquí y regresar con mi familia, debería de aprovecharme de Kanaye, su asquerosa obsesión tarde o temprano tendrá algún fallo y es ahí cuando aprovechare para escapar, después de lo que paso ayer decidí que podría matarlo, después de todo yo soy más robusto que él, pero tomando en cuenta como actuaba Sou...

- "Moriré siquiera antes de tener la oportunidad..."

Bien, no puedo ganarle usando la violencia, cuando no puedes con la espada usa la pluma, no soy un amante de los centauros, pero eso no viene al caso, simplemente debo de ingeniármelas para poder escapar de aquí, para eso necesito:

1- Hacer que Kanaye acepte lo que sea que Sou pide.

2- Ganarme la confianza de Kanaye para que se descuide.

3- Ingeniar un plan para escapar de aquí completando los dos pasos anteriores en paralelo.

Sin embargo, si quiero ganarme su confianza significa hacer todo tipo de cosas con él... mierda, Ryoko, perdóname, te juro que cuando salga de aquí, te diré todo lo que hice, perdón, pero si quiero salir de aquí y ganarle a un monstruo como lo es Kanaye, no tengo más opción que convertirme en uno...

Así que a partir de aquí tengo que actuar y ser tan o más manipulador que él, tampoco es tan difícil, este pervertido asqueroso es bastante obvio, simplemente tengo que dárselo poco a poco, a cuentagotas y cuando llegue el momento, atacar de tal manera que este no pueda devolver el golpe, un poco maquiavélico, pero necesario.

Supongo que sería mejor empezar ahora, antes de que me arrepienta y se me pase la euforia de la pastilla.

...

..

.

- "Kanaye... Kanaye despierta... Kanaye."

Escucho una voz que me llama, una dulce melodía en mis sueños. Es Yuya senpai, hablándome con un tono cálido que acaricia mis sentidos. Siento un dejo de inseguridad, pero no es un miedo al rechazo; es un temor de la voz que tiembla, como si no quisiera causarme daño. Su fragilidad y belleza son tan efímeras como una mariposa. Sin embargo, soy consciente de que estos sueños no perdurarán eternamente. Con determinación, cierro los ojos con fuerza, buscando sumergirme aún más en esta ensoñación. Pero...

- "¡¿kyaahh?!". - De repente sentí que unas manos sujetaban mi cintura y poco a poco subían.

Abro los ojos de golpe y solo veo a Yuya senpai un poco asombrado por mi reacción, no hace falta bajar la mirada para saber que las manos que me sujetan son las suyas, lo que quiero saber es ¿Qué paso?

- "Llevas más de una hora durmiendo, pensé que jamás despertarías dormilón." – le dice Yuya con una expresión burlona.

Kanaye obviamente no entiende que esta pasado, se supone que, por desgracia, era odiado por Yuya, pero ahora le lanza una mirada encantadora y lo abraza sin reparos.