El precio de los secretos [BakuDeku Spiderman AU]

Capítulo 6

El suspiro tembloroso de Mei resonaba por toda su habitación. Definitivamente, Izuku había hecho lo contrario a lo que se planeó. La idea era solo saber qué querían e irse; Izuku no era fácil de detectar. Habría llegado y salido de ahí sin hacerse notar, pero algo de lo que escuchó lo hizo reaccionar. Mei no lo había escuchado por desgracia y un poco de estupidez. Como estaba con Bakugo, había desconectado el micrófono. No le interesaba escuchar las conversaciones de ambos. No, sí le interesaba, pero no iba a invadir la privacidad de Izuku. Luego, si él quería decirle, lo haría.

Por las cámaras podía ver a Spiderman peleando. Mei hacía lo posible por mantener la imagen en mal estado. De esa forma, no podrían ver bien. Muchas veces no podía modificar tanto las cámaras. Eso tomaba tiempo y en ese momento las otras cámaras estaban siendo modificadas. No tenía tanto tiempo antes de que la propia policía revisara las cámaras y pudieran detectarla dentro del sistema. Por lo que puso un filtro en las cámaras del callejón. Así no podrían ver a Spiderman. Desgraciadamente, tampoco podrían ver que los tipos con los que el vigilante estaba peleando no eran personas normales.

Las manos de Mei temblaban. Hacía no poco, casi tuvo un ataque de pánico. Las lágrimas secas aún estaban en sus mejillas. Cuando vio que Izuku no respondía y no se movía, solo pudo imaginar los peores escenarios. Su corazón se aceleró y la respiración se le atoró en la garganta. Sintió que se iba a desmayar. Por eso, al ver a Bakugo, todo volvió a encajar y girar nuevamente. Mei soltó la respiración que tenía atorada, se levantó de la silla y rápidamente tomó su celular y le marcó a Bakugo.

Tenía el número solamente porque el propio Izuku se lo había dado. Era el número de emergencia de muerte. Poco después de que Bakugo y Spiderman comenzaran a encontrarse durante las rondas, Izuku decidió que si alguna vez se daba la situación en la que alguno de los dos estuviera en riesgo de muerte, debían llamarlo a él. Pero esto solamente en una situación realmente riesgosa en la que no hubiera más opciones. Sin pensarlo mucho, marcó al celular del rubio. Cuando lo vio responder y posteriormente le confirmó que Izuku estaba aparentemente bien, colgó lo más rápido que pudo. Le había advertido a Bakugo que no le quitara la máscara, más que advertido, le había rogado que no lo hiciera y colgó.

Las piernas le fallaron y cayó de rodillas al piso con la respiración acelerada. No de terror, más bien de alivio. La tensión del momento había bajado y en ese momento solo podía estar aliviada de que Izuku estuviera bien. Las lágrimas cayeron brevemente por sus mejillas. Sentía que sus brazos se contraían dolorosamente. Esos 30 segundos se habían sentido realmente largos. Por lo que al levantarse se sentía mareada pero determinada. Debía seguir viendo lo que pasaba y ayudar a Bakugo para que no hubiera evidencia y, sobre todo, ayudarlo para que pudiera centrarse en Izuku.

Una persona había muerto. Mei vio lo que pasó con el mismo detalle que Izuku, pero estaba segura de que ni ella ni él comprendieron lo que sucedió realmente. Era un verdadero sinsentido que una máquina absorbiese a alguien y explotase. Probablemente se tratase de un desperfecto. Mei solo esperaba que esta máquina que había en el bolso que ahora Bakugo tenía fuese de utilidad para comprender.

Volviendo al presente, Spiderman terminó de pelear y las sirenas de policía ya estaban acercándose, por lo que cuando vio que Spiderman y Bakugo salían de escena, salió del sistema y borró su rastro dentro de él, desconectó el sistema y solo dejó el sistema de Izuku abierto. Con lo que sucedió, Izuku volvería a su cuarto y no se metería en problemas. Solamente esperaría un poco.

Vio cuando dejó a Bakugo y volvió a activar el sistema de audio. Mientras más Spiderman se alejaba, Izuku comenzaba a hiperventilar. Parecía más agitado de lo normal, pero mientras más lo escuchaba Mei, más parecía que Izuku en realidad estaba asustado. Aún debían hablar sobre lo que escuchó de aquellas personas en el auto, pero el chico no parecía estar volviendo a la escena donde todo había pasado antes.